Todo cuanto nos rodea y nuestra propia vida, se puede convertir muchas veces como una moneda arrojada al aire: Cara o cruz: Pobre o Rico. Listo o Tonto. Con Estrella o Estrellado. Amado u Odiado. Con Suerte o mala Suerte. Con Buenos padres o Malos padres. Amigos fieles o Infieles. Hambre o Hartura. Casa o Calle. Andando o Motorizado. Esclavo o Libre. Trabajo o Descanso. Lujuria o Templanza.
También estamos rodeados de dúos físicos y materiales: Noche-Día. Calor-Frío. Tierra-Mar. Luz- Oscuridad. Sube-Baja. Norte-Sur. Este-Oeste. Gobierno-Oposición. Positivo-Negativo. Lluvia-Sequía. Fuego-Agua Guerra-paz Mañana-Tarde, Izquierda-Derecha. Buenos-Malos. Mentirosos-Veraces. Espléndidos-Tacaños. Víctimas-Verdugos.
Todos estos dúos personales, físicos y materiales cuya existencia nadie puede negar, nos debe llevar necesariamente a contemplar otros dúos más importantes e incuestionables, como son:
Creador-Criatura. Dios-Yo. Cuerpo-Alma Vida-Muerte. Tiempo-Eternidad Gloria-Infierno. Pecado-Perdón. Amor-Odio. Ángeles-Demonios. Creyentes-Ateos.
Si no odiamos a nadie, ni cometemos injusticias, si amamos la verdad, la fidelidad, no somos egoístas, sino, solidarios, buenas personas siempre y sobre todo AMAMOS A DIOS y cuidamos el ESPÍRITU tanto como al cuerpo, entonces, con toda seguridad, en la aleatoria moneda de nuestra vida nos saldrán mas CARAS que cruces.
domingo, 25 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario