jueves, 26 de febrero de 2009

LOS MUROS DE CONTENCIÓN

Los muros de contención son muy necesarios para todo en la vida.

Las márgenes de los ríos crean sus cauces y evitan que inunden alocadamente las tierras y no lleguen a los mares. Las dunas y costas son los muros que encierran los mares.

Las leyes humanas son los muros que contienen y dan cauce a nuestros sistemas de vida civilizada; pero sobre todo las leyes divinas o leyes naturales son los verdaderos muros de contención de una humanidad viciada que tiende al mal y al desarrollo, no precisamente sostenido, sino progresista manipulado y suicida.

No hace mucho tiempo, la que se separaba y se juntaba con otra pareja o abortaba, era tan mal vista y rechazada por la sociedad, que andaba con mucho cuidado. Apenas se producían casos y no hacían falta clínicas abortivas, ni jueces familiares y no por eso se vivía en esclavitud. Que se lo pregunten ahora a tantas abortivas y familia rotas. He aquí otro muro derribado con las terribles consecuencias y, encima está de moda.¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Quién será capaz de levantar uno nuevo que se oponga a esta avalancha de aguas embarradas sembradoras de muerte y descomposición social?.

La Iglesia siempre ha intentado y lo sigue intentando levantar un muro de conciencia para que el mundo cristiano y no cristiano sepa distinguir y escoger lo bueno de lo malo. Con la tolerancia, la comprensión y el diálogo, ya casi está desapareciendo la frontera entre el bien el mal, ya vale todo.

La Iglesia sabe que cuando al ser humano se le da la mano, se toma el brazo, por eso aunque es madre y comprensiva, tiene que ser estricta. Se está queriendo suprimir y borrar de nuestras mentes el mayor y poderoso muro de contención, como es DIOS, deseando se haga realidad lo que deseaba Nietzsche, cuando dijo: “Dios ha muerto”. Si destruimos nuestra raíces judeo-cristianas, acabaremos como un árbol seco que sólo sirve para el fuego.

Al Islam al Budismo y a otras religiones orientales y africanas, conectadas, a su modo, con un Ser Superior y transcendente, les sirve de muro de contención, crecen, se multiplican, se van haciendo poderosos y en un futuro muy lejano, podríamos ser borrados del mapa, como fueron extinguidos los Maya, los Aztecas, los Incas, los Romanos y otras tantas civilizaciones.

Todavía estamos a tiempo para evitar tal hecatombe.

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