¿CRITICAR?, ¿ANGUSTIARSE?, ¿CABREARSE?

Cuando uno es sensible, compasivo y solidario, se le hace muy difícil sentirse ajeno a todas las catástrofes naturales. ¿Qué hacer ante los terremotos, inundaciones, guerras etc.?

¿Qué hacer cuando uno ve que el gobierno en lugar de dirigir, gobernar y prevenir para que no surjan los problemas, luego en lugar de solucionarlos, los incrementa y crean otros nuevos para distraer la atención de los ciudadanos y cuando le critican, en lugar de corregir el error, salen diciendo que el que le critica lo hizo peor? Esto no soluciona nada.

¿Qué hacer cuando uno observa que muchos españoles, no quieren ser españoles o se avergüenzan de serlo y que por lo tanto cada día seremos menos importantes y acabaremos siendo unos don nadie?

¿ Qué hacer cuando en el trabajo se tienen unos jefes que en lugar de proteger a los más honrados y trabajadores, ayudan y protegen a los más vagos e ineptos porque son aduladores?

¿ Qué hacer cuando los padres saben que sus hijos tiene que aprobar una asignatura que va en contra de sus principios éticos, morales y religiosos y, para colmo, si quieren aprender el español, casi se tiene que ir al extranjero para que se lo enseñen?

Al verse impotentes para solucionar tales problemas. ¿Qué hacer? ¿Cabrearse? ¿Angustiarse? ¿ Criticar? ¿Despotricar? Esto nada soluciona.

Ha llegado el momento en el que tenemos que ser positivos y hacer algo y no hay nada más positivo y al alcance de todos, como es recurrir a Dios, que es el único que puede dar solución a todos esos problemas, aunque siempre a su modo y a su tiempo. Hasta tanto, aportemos, además de nuestras oraciones, nuestro granito de arena.

Recordemos cuando en la sequía de Barcelona y todo el conflicto del mini-trasvase, El Sr. Cardenal de Barcelona pidió a sus feligreses que rogaran a Dios por la lluvia. Y ¡ Vaya si llovió!