ESTAMOS VIVIENDO UNA RECESIÓN HUMANA

Ya casi estamos en recesión económica y si no salimos de ella, entraremos, aunque no queramos, en recesión social, perdiendo algunas de las conquista sociales, como puede ser en sanidad, educación, jubilaciones etc,etc, y todo por culpa de la recesión humana en la que hace tiempo estamos viviendo porque los Césares de turno en lugar de emplear todo su poder en crear riqueza, ha repartido mal la existente y quieren adueñarse también de lo que es de Dios, queriendo imponernos un laicismo, que es un paganismo camuflado. Han sido muy ambiciosos y, como siempre, “la avaricia rompe el saco” ahora se está rompiendo el saco del bienestar.

Si digo que estamos retrocediendo al paganismo HUMANO, Griego y Romano, no al científico y literario, me llamarán catastrofista.

Si repasamos sus mitologías en las que creían, adoraban, le ofrecían sacrificios e imploraban su ayuda, como era al dios Júpiter, a la diosa Cibeles y a otros tantos dioses, no tendremos más remedio, por poco inteligentes que seamos y tengamos un mínimo de cultura, reconocer que eran unos idólatras ignorante y ahora nos deberían parecer ridículos.

Hace tiempo que estamos cayendo en muchas idolatrías, que no serán a los astros, al menos en aquellos tiempos, estaban por encima de ellos y tenían cierta transcendencia. Ahora, a veces, son tan deleznables y mortales como los demás.

¿A qué viene esa adoración que se ha tenido a un Hitler, Lenin, Stalin, en lo político? Me quedé de piedra cuando una quinceañera dijo que ella daría su vida por los Beatles.

La adoración que se tiene por cualquier famoso, al que mucha gente quiere imitar para ser igual. Se considera ridículo si alguien dice que quiere ser héroe o santo y sin embargo, de una manera inexplicable o por intereses espurios se da protagonismo a todo lo contrario.

Se quiere ocultar que si la cultura Greco-latina se extendió por Europa, y mas tarde por América fue gracias al Cristianismo, cuyas raíces ahora se quieren ignorar.

Nos hemos pegando tanto a la tierra y estamos tan desconectados de Dios, que es el único que nos puede salvar, si seguimos sus directrices, que al final acabaremos todos comiendo sólo tierra.