martes, 3 de marzo de 2009

LA DOS BOTELLAS LLENAS

Resumiendo la narración que hace el Evangelista San Mateo en su capitulo 25 de la parábola de los talentos, cuenta que un señor al salir de viaje, llamó a sus siervos y le dio a uno cinco talentos, a otro dos y a otro le dio uno, a cada cual según su capacidad.

A la vuelta del viaje les pidió cuentas: El de los cinco, supo negociar y ganar otros cinco, el de los dos, ganó también otros dos. Les dijo: Muy bien, como habéis sido fieles en lo poco, os constituiré sobre lo mucho, entrad en el gozo de vuestro señor.

El que sólo había recibido uno le dijo al señor que como el era poderoso y no lo necesitaba, tuvo miedo y en lugar de negociar, lo enterró, ante tan cobarde comportamiento ordenó: Quitadle el talento y dárselo al que tiene diez, porque al que tiene se le dará y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará y a ese siervo inútil echadle a las tinieblas; allí habrá llanto y crujir de dientes.

Muchos creen que la vida da poco de sí y no se molestan en trabajar, luchar y sacrificarse para, por lo menos, intentar progresar y conseguir algo bueno en la vida.

Bien es verdad que unos nacen con estrella y otros estrellados; pero si los que nacen con estrella no consiguen ganarse por sus propios méritos esas estrellas, al final de su vida, acabarán más estrellados que nadie.

El que se considere y asuma que ha nacido estrellado y no por eso deja de luchar y busca honradamente y con trabajo esa estrella, también lo conseguirá; pero tiene que tener en cuenta que cada uno recibirá según su capacidad, no todos podemos ser iguales.

Todos debemos ser felices y para ello tendremos que luchar. Unos recibirán una botella grande y otros una más pequeña; pero las dos deberán llenarse, por lo tanto, los dos felices a varios niveles. Ley de vida.

Todo esto en el plano material, porque en el espiritual, todos los que creemos y hemos sido bautizados, nacemos con estrella que es la gracia santificante; pero si no sabemos negociar nuestra propia salvación mediante el sacrificio, las buenas obras y la oración, acabaremos estrellados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Bravo amigo Roque. Siga aportando de la misma manera que lo está haciendo! Un abrazo virtual.

Roque Pérez dijo...

Amigo Luis Alberto. Muy agradecido por los ánimos que me da. Si le gustan mis artículos, podría darlos a conocer a otros facilitándole mi blog. Un saludo cariñoso.