miércoles, 29 de abril de 2009

A TÍ ¿QUÉ?, TÚ SÍGUEME

Cuando Jesucristo, ya resucitado, le preguntó a San Pedro, por tres veces, si LE amaba y ante las respuestas cariñosas y tristes de San Pedro, Jesús le dijo: Sígueme. Al ver San Pedro que San Juan venía detrás: Señor, dijo: y ¿Este qué?. Jesús le dijo: Si yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, a ti ¿Qué?. Tú sígueme.

Muchas veces decimos que nos preocupamos de los demás, cuando en realidad, es curiosidad por saber si el otro sale más favorecido. También puede que alguno pregunte: Señor, ¿Por qué me favoreces y a otros no?. Tú sigue confiando en mí, respondería.

Ahora no se trata de eso, es mucho más importante lo que nos podría estar diciendo Jesucristo a todos los que estamos preocupados por todo lo que nos está sucediendo en el orden económico, político, social y sobre todo religioso y que por el camino que vamos, como no cambiemos de rumbo, acabaremos en el abismo.

¿Qué hacer? ¿Cabrearse? ¿Preguntárselo a Jesucristo como hizo San Pedro? No, porque la respuesta ya la sabemos. Vosotros seguidme, nos diría.
Efectivamente, nosotros lo que tenemos que hacer es seguir a Jesús con auténtica fidelidad a su doctrina, no callándonos ni avergonzándonos de ser católicos de verdad en el pensamiento y sobre todo con el comportamiento.

Lo que tenemos que hacer es PEDIR a DIOS que intervenga cuanto antes, aunque ya, en parte, lo está haciendo, a su modo; pero lo está haciendo, sin que nadie pueda decir que esta CRISIS mundial y de caballo que estamos padeciendo y que no se le encuentra solución, ha sido un castigo de Dios, sino que ha sido provocada por nuestra soberbia, nuestra avaricia, nuestro egoísmo, nuestro materialismo esquizofrénico, nuestra mala educación, nuestra falta de principios morales, religiosos y nuestros libertinajes.

Aunque, como siempre, pagan justos por pecadores, deberíamos aceptar y recordar que al final de la siega, el trigo irá a los graneros y la cizaña al fuego eterno. Entonces nos ahorraremos preguntarle a Jesucristo: Y ¿Estos qué?

Estamos embarcados en un progreso tan horizontal tan horizontal y tan perdido tenemos el norte que, impenitentes, tozudos y enrabietados como críos, no sabemos o no queremos mirar al cielo para no tener más remedio que seguir la ruta que nos marque la estrella POLAR

No nos queda más remedio que seguir suplicando a Nuestro Señor Jesucristo y a Nuestra Madre la Virgen que nos sigan protegiendo a cada uno de nosotros y que consiga cambiar el actual rumbo de esta humanidad, tan inhumana.

lunes, 27 de abril de 2009

ES MEJOR DAR QUE RECIBIR

El que pronunció esta máxima, tuvo más razón que un santo y nunca mejor dicho, porque fue San Pablo el que la dejó escrita.

Dios es Dios porque nos lo DA TODO a cambio de NADA.

El que DA es porque tiene, aunque no siempre da el que más tiene, sino el que más quiere, tiene mejores sentimientos y confía que se le cumplirá aquella promesa de Jesucristo: “ DAD Y SE OS DARÁ”

El que da, está por encima del que recibe, aunque no pretenda tal primacía, porque además, tiene que reconocer que si puede dar, es porque primero lo ha recibido, siempre que lo haya ganado honradamente. Si lo ha recibido fraudulentamente, y lo da generosamente, como lo hizo Zaqueo, se librará de un peso de conciencia, recibirá el agradecimiento en este mundo y el perdón Divino.

También es mejor DAR envidia que TENERLA, siempre que esa envidia que genera en los demás, sea sin pretenderlo y que sólo sea por el buen comportamiento, las virtudes, la buena educación y no por una ostentación presuntuosa.

A veces hay que tener una envidia sana que nos estimule a ser como el envidiado y que tal envidia no se convierta en crítica o calumnia. Los que descienden a estas bajezas, es porque no han querido averiguar cómo el envidiado ha llegado a ese grado de felicidad. La suerte, que se le suele aplicar, tiene un alto porcentaje de esfuerzo, trabajo, búsqueda y no olvidado aquello: A Dios rogando y con el mazo dando.

AD MAIOREM DEI GLORIAM (A la mayor gloria de Dios). Esta máxima de San Ignacio de Loyola debería orientar toda nuestra vida, porque si DAMOS a Dios lo mejor de nuestra vida “Recibiremos mucho MAS en ESTE mundo y después la VIDA ETERNA” como nos lo prometió Jesucristo.

sábado, 25 de abril de 2009

UN GOLPE BAJO AL CORAZÓN DE jESÚS

Gabrielillo era un rubiale de apenas 8 años más listo que el hambre y travieso como el que más. Vivía en un pueblo de León porque su padre era minero. Su madre creyente y sinceramente practicante, tenía mucho cuidado de que su hijo no faltara ni un día a la catequesis.

Un día de aquel frío invierno subieron del pozo de la mina a su padre vomitando sangre. El diagnóstico fue fulminante: Cáncer de pulmón, pues era un fumador empedernido.

Al oír Gabrielillo el comentario imprudente de una vecina de que sólo un milagro podría salvar la vida de su padre, se le encogió el corazón de tal modo que casi no podía respirar.

Cuando aquella noche se metió en la cama intentando dormir para olvidar, su vista tropezó con un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús del que no se había dado cuenta hasta esa noche. Se puso a rezar un tanto aliviado; pero al tercer Padrenuestro se quedó profundamente dormido.

A media noche, los silbidos del viento, la lluvia y los manotazos que daban en su ventana las ramas de un árbol, como pidiendo entrar, se mezclaron con los sollozos de Gabrielillo.

El Corazón de Jesús se iluminó como un relámpago.
-¿Por qué lloras, Gabrielillo?
-Porque se va a morir mi padre.
-¿Y qué quieres que haga?
-Pues que los cures.
-No puedo.
-¡¿Qué no puedes?!... ¿No lo puedes todo?.
-Sí; pero si hago caso a todos los niños que me pidan lo que tú, ningún padre se moriría.
-Es verdad…pero… no todos te pedirían lo que te pienso pedir yo.
-¿Qué me vas a pedir?
-Me ahogo y no puedo casi decirlo; pero ahí va… Llévate también a mi madre.
-¡¿Cómo… a tu madre?!.
-Sí, a mi madre.
-¿Es que no la quieres?
-Con locura, dijo entre sollozos. Precisamente porque la quiero mucho, te pido que te la lleves también si no puedes curar a mi padre. Ella sin mi padre sufriría mucho y yo no quiero que sufra mi madre.

-Anda, hijo, levántate, ya es hora de ir a la escuela – dijo María, al tiempo que abría la ventana por donde entraba la luz de la mañana.

Gabrielillo abrió los ojos sobresaltado y se abalanzó al cuello de su madre, todo asustado, ignorando si había sido un sueño o realidad.

Se marchó a clase con la duda y temiendo hubiera sido una realidad y Jesús aceptara su petición. Ningún día había deseado y temido tanto salir de clase para volver a casa, por si se encontraba sin padre ni madre.

Cuando llegó ese tan deseado y temido momento, salió de estampida de la escuela; pero al llegar cerca de casa y ver que entraba y salía mucha gente, se paró en seco y el corazón dejo de latir.

De pronto, le pareció oír a una vecina que salía gritando: Milagro. El corazón le dio un salto en el pecho y salió corriendo cual liebre perseguida por galgo.

Entró como una exhalación en su casa, se escabulló por entre la gente y se metió en su pequeño cuarto. Allí en la soledad, cayó de rodillas delante del cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y unas lágrimas rodaron por su carita de ángel, sin saber si fueron de agradecimiento, o de pena al ver a su Jesús del cuadro tan solo y olvidado de todos.

viernes, 24 de abril de 2009

LA JUBILACIÓN EN EL TABOR O EN EL CALVARIO

Cuentan los evangelistas que un día Jesús se llevó al monte Tabor a Pedro, a los hermanos Santiago y Juan, y se transfiguró ante ellos. Brilló su rostro como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Se le apareció Moisés y Elías hablando con ÉL. Tomando Pedro la palabra, dijo: Señor. ¡Qué bien se está aquí!. Si quieres, haré tres tiendas, una para TI, una para Moisés y otra para Elías. Aún estaban hablando, cuando los cubrió una nube resplandeciente y salió de la nube una voz que decía: Este es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias, escuchadle. Al oírla, los discípulos cayeron sobre su rostro, sobrecogidos de gran temor. Jesús se acercó, y tocándolos, dijo: levantaos, no temáis. Alzando ellos los ojos no vieron a nadie, sólo a Jesús.

San Pedro, ¡Hala!, ya quería jubilarse. La ignorancia y el amor que sentía por su Maestro, le hicieron desear quedarse en el Monte Tabor para estar siempre junto a Jesús.

Los que se jubilen, puede que estén ya en el Tabor o en el Calvario. Depende de lo que hayan hecho allá abajo.

El que esté en el Tabor será porque recordará una infancia repleta de ilusiones, que aunque algunas no se hayan conseguido, otras, sí. Añorará los primeros amores puros y románticos de juventud. Se sentirá satisfecho y con la misión cumplida, si ha sabido crear, mantener y dirigido una familia por los caminos de Dios, porque aunque el poeta diga que “No hay camino, que el camino se hace al andar” ¡Vaya si existe el camino!, sobre todo el recto, que es el único que puede conducir a la felicidad. Lo que sucede es que no se encuentra, porque no se busca, o si se encuentra y no le gusta, hace su propio camino equivocado.

El que haya seguido el buen camino, podrá descansar en el Monte Tabor, no tendrá necesidad de bajar para corregir lo mal vivido y entonces podrá hacerse una tienda para estar cerca de Jesús.

El que haya seguido un camino equivocado y esté atormentado por los remordimientos, o angustiado por situación económica, enfermedad u otros sufrimientos, seguro que estará en el Monte Calvario; pero siempre podrá pedir lo del Buen Ladrón: “Señor, acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino”. Seguro que Jesús le responderá: “Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”.

Estés en el Tabor o en el Calvario, lo importante es saber estar junto
a Jesús.

jueves, 23 de abril de 2009

DIOS ES DEMASIADO GRANDE

Dios tiene demasiada capacidad de amar, como para que no puedan caber en su corazón de Padre, los seis mil millones de hijos actuales, los pasados y los venideros.

Pero una cosa es que nos ame a todos y otra muy distinta que nos y hagamos digno de un amor tan grande. El amor con amor se paga.

Y los que no LE conozcan ¿Cómo podrán amarLO? Todos los seres humanos por muy atrasados, ignorantes y malas personas que sean, han sentido, alguna vez en su interior, la creencia y, o, sospecha de que por encima de ellos hay algo superior y, además, no pueden ignorar la Ley natural del bien y del mal aunque con matices.

Ante esta posibilidad, se podría pensar que no haría falta que los Misioneros los catequizaran, ignorando que su misión es darle a conocer que Dios ha bajado hasta nosotros para demostrarnos su amor y liberarlos de la esclavitud que, en muchas culturas paganas, sufren ante sus dioses y supersticiones, enseñarles y facilitarles el camino correcto de salvación, y al mismo tiempo, llevarles algo de cultura y progreso social.

Dios no se conforma con un amor genérico, quiere un amor de intimidad y para que exista tal intimidad quiere que LE conozcan, por eso desea darse a conocer y San Pablo dijo: ¿Cómo lo van a conocer si no hay quien se lo enseñe?

Para gozar de ese amor en toda su plenitud, que solo se puede co seguir con la salvación eterna, que nos con siguió Jesucristo con su muerte en Cruz, se tiene que haber llegado un comportamiento en consonancia con la persona ante la cual nos vamos a presentar.

En una palabra: Dios nuestro Padre tiene capacidad suficiente para querernos a todos y cada uno como hijo PREDILECTO y por eso quiere que le conozcamos y seamos dignos de tal privilegio.

Ningún padre, por bueno que sea, puede imponer ese amor predilecto a un hijo que le ignore o le odie.

Dios es el PADRE de TODOS.

miércoles, 22 de abril de 2009

DE LO QUE NUNCA SE HABLA

Se habla da tantas cosas y con tanta insistencia que aburren; pero existen ciertos temas que aunque siempre han sido tabú, hemos pasado de lo prohibido, a ser casi el tema del día y en convertirse en una asignatura obligatoria como es el sexo con lo del preservativo, la píldora, el aborto y prácticamente el Amor Libre, como si fuera lo único importante.

El sexo ni da comer ni crea riqueza y yo diría que ni placer por las consecuencias funestas cuando no sólo no se sabe dominar, sino que hasta se está fomentando y crean tantos problemas y tragedias familiares.

El sexo es tan importante que sin él no existiría la vida. Es algo tan sublime que raya con lo divino; pero, posiblemente, para humillar un poco nuestra posible soberbia, tenemos que pasar por el revolcón para ser procreadores. Por eso en lugar de fomentar lo más sublime del sexo, que por otra parte, es lo más gratificante, y lo sacrificado, nos están, no vendiendo sino regalando lo del revolcón. Lo más indignante es que nos lo regalan para tenernos contentos y sobre todo agradecidos..

Existe una realidad tremenda, terrible para la mayoría e ineludible para todos y un tabú intocable: LA MUERTE.

La muerte es lo único importante que nos va a suceder a todos, queramos o no y sin embargo muchos la temen a muerte porque al no creer en Dios y que por lo tanto todo se acabó, se aferran a esta, a veces, perra vida, como una lapa. O también porque temen que si Dios existe… y ellos…

Los creyentes y que han llevado una vida como Dios manda, deberían esperar la muerte, no como una tragedia, sino como una puerta que fácilmente podrán abrir porque llevarán la llave adecuada para abrirla y entrar, no en un palacio suntuoso, sino en el REINO DE LOS CIELOS y ser recibidos nada menos que por el mismo Dios.

Los que lleguen sin llave, lo reconozcan, se arrepientan sinceramente y pidan perdón ante la puerta de la muerte, tengan la seguridad de que algún sereno acudirá a su llamada y se la abrará.

Ciertamente habrá tenido que dejar muchas cosas buenas; pero también se verá libre de otras muchas malas o muy malas. De todas formas la compensación no es comparable.

Cuando se ama de veras a Dios, a Jesucristo y a la Virgen, no deberíamos tener miedo a cruzar esa puerta, porque además, llegará, si tenemos plena confianza en Dios nuestro Padre, cuando más nos convenga.

Todo es cuestión de fe y no perder el contacto con lo de arriba, aun teniendo los pies en el suelo, pensando que lo que nos espera sobrepasa todo pensamiento y deseo.

El día que lleguemos a desear lo que deseó San Pablo cuando dijo: “Cupio dissolvi et esse cum Christo” Deseo morir para estar con Cristo. O aquello de Santa Teresa: “Tan alta vida espero, que muero porque no muero.” Entonces habremos perdido el miedo a la muerte.

sábado, 18 de abril de 2009

EL ESTANCAMIENTO

Todos sabemos que un estancamiento, puede llevarnos a un callejón sin salida, que es donde ahora precisamente estamos, no solo en economía sino en algo más importante.

Estamos atascados en la economía, porque al haberse perdido tantos empleos, no se puede comprar nada, al no comprar, se deja de producir porque no se vende, al no vender no se recupera dinero, al no tener dinero, no se puede ingresar en los bancos y al no tener dinero los bancos, no pueden adelantarlo para que se produzca riqueza. ¿Por dónde está la salida de este callejón?

¿Quién nos ha metido en este atolladero?. TODOS.

UNOS, muy inteligentes, ambiciosos, sin escrúpulos, sin conciencia y para tener contento al pueblo y a su disposición han repartido mucho pan para hoy y hambre para mañana. SON LOS MÁS CULPABLES.

OTROS. Ignorantes, o creyendo que se daban duros a peseta como en el timo de la estampita, se lanzaron a tumba abierta a un nivel de vida pidiendo préstamos y gastando muy por encima de sus posibilidades, y viviendo al día sin medir las consecuencias. HA SIDO EL TIMO DEL SIGLO.

Este estancamiento en la economía no es nada comparado con el que se está dando en los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA VIDA.

Cuando se produce una contradicción, surge inevitablemente un callejón sin salida. Si alguien manda que se camine y retroceda al mismo tiempo, está ordenando un absurdo, o sea una contradicción.

Se facilita y se enseña a usar el preservativo, se regalan píldoras etc, pero si esto falla, se aborta. Así de fácil. Problema resuelto.

Si se matan a los que estorban y no nacen nuevos seres. ¿Cuántos vamos a quedar? Aquí por lo visto hay que subir y bajar al mismo tiempo.

Suele decirse que con la muerte se acaban los problemas, por eso algunos, se suicidan en la creencia de que así se libran de todo, de lo de aquí abajo, cierto; pero…

¿No estará esta sociedad recurriendo a la muerte, para quitarse el problema de los que no sirven para nada y están consumiendo y cortar por lo sano, fomentando, protegiendo y casi costeando el aborto para que seamos menos y así tocaremos a más los que quedemos y encima agradecidos a los que nos gobiernan?.

Estamos DESOBEDECIENDO el primer mandato de Dios:

CRECED Y MULTIPLICAOS

Conviene recordar las consecuencias por la desobediencia de Adán y Eva.

jueves, 16 de abril de 2009

HABRÁ QUE PONER LA OTRA MEJILLA

“Si alguien te abofetea en la mejilla, ofrécele la otra”. Esto fue lo que dijo Jesucristo. Muy difícil de cumplir; pero está llegando el momento en que nos vamos a ver en esta tesitura.

Antes, quiero recordar un pasaje Evangélico, que a mí me impresiona muchísimo:

Cuando Caifás le preguntó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina, Jesús le respondió que se lo preguntara a todos los que le había oído públicamente y que por qué le preguntaba. Un alguacil que estaba a su lado, LE dio una BOFETADA, diciendo: ¿Así respondes al Pontífice?. Jesús le contestó: “Si hablé mal, muéstrame en qué, y si bien ¿por qué me pegas?

Esta Bofetada, me produce un no se qué, al ver a todo un Dios que había demostrado tanto poder con sus milagros, decir y con esa mansedumbre: ¿Por qué me pegas?, cuando cualquiera de nosotros lo primero que hubiera hecho, por lo menos, sería escupirle la cara, como también lo hicieron con ÉL.

El que se considere discípulos de Jesús, sepa que no puede ser mas que su Maestro, por lo tanto, tendremos que estar preparados para recibir en ambas mejillas todas las bofetadas que nos están dando a los católicos con tantas leyes, que mas que proteger a los ciudadanos, van dirigidas contra la Iglesia, para que una vez destruida esta, puedan eliminar a Dios y conseguir unos ciudadanos, que al no tener Dios ni conciencia, se aborreguen de tal forma que se dejen conducir dócilmente por el pastor y sus perros secuaces.

El Ministro Aranda fue el principal inspirador y ejecutor de la expulsión de los jesuitas en 1767, porque decía: “destruyamos primero a la hija, se refería a la Compañía de Jesús, y luego iremos a por la madre, refiriéndose a la Iglesia.

Por desgracia la historia se repite, por lo tanto, nos podrán dar de bofetadas; pero jamás nos deberán tapar la boca, para defender; pero siempre con mansedumbre, como lo hizo el Maestro los principios inamovibles.

martes, 14 de abril de 2009

LA FELICIDAD HAY QUE BUSCARLA

Pero, ¿Existe la felicidad? y ¿Qué es?, Si alguien la ha encontrado, que nos lo diga; pero que sea la verdadera.

La felicidad existe, aunque a tiempo parcial, es indefinida, nunca garantizada de por vida, y no confundir con el BIENESTAR que es demasiado pasajero para llamarlo felicidad. No es lo mismo ESTAR-bien que SER-feliz.

Si preguntáramos en una encuesta ¿Qué es la felicidad?, la mayoría dirían: Salud, Dinero y Amor. La trilogía humana utópica; pero que aún teniéndolas, no siempre dan la felicidad, porque la felicidad es algo muy profundo, es como un tesoro escondido que está al alcance de todos, pero que muy pocos la consiguen, por eso hay que saberla buscar y todo lo que se busca, cuesta trabajo y constancia.

El evangelio nos da una pista para encontrarla, cuando dice que si alguien encuentra un tesoro escondido en el campo, lo oculta y lleno de alegría vende todo lo que tiene y compra aquel terreno.

Jesucristo con esta parábola quiso decir que quien lo encuentre habrá encontrado el REINO de los Cielos que no es otro que el Reino del AMOR y de la PAZ.

Por lo tanto tendremos que, no vender, sino regalar PAZ y AMOR para cosechar lo mismo. Se come de lo que se siembra.

Si realmente queremos disfrutar en este mundo de una auténtica felicidad, tendremos que trabajar para vivir como San Pablo cuando dijo:

“Vivo yo, ya no soy yo, es CRISTO quien vive en mí”.

Yo puedo confesar que los momentos más felices del día son en los que AVIVANDO MI FE de que Jesucristo está siempre a mi lado y como es Dios, ya lo tengo TODO y no tengo miedo a nada porque lo que me suceda será porque El lo ha querido y es mi PADRE.

Aunque a veces, “Camine por sendas oscuras, no temeré porque el Señor va conmigo” como cantó el Salmista.

lunes, 13 de abril de 2009

¿CÓMO Y CUÁNDO SE CELEBRÓ LA PRIMERA MISA?

Dos de los discípulos de Jesús caminaban hacia Emaús, alejándose de Jerusalén muy tristes por todo lo que LE había sucedido a su Maestro aquel Viernes Santo.

Cuando Jesús, a quien no reconocen, se pone a caminar a su lado y comienza a explicarle lo que los Profetas, desde Moisés, habían profetizado sobre lo necesario que era que el Mesías muriera crucificado, no sólo se les abrió la inteligencia para comprender todo lo acaecido sino, sobre todo, el fuego que inundó de alegría su corazón.

En aquel momento histórico se estaban echando los fundamentos de lo que hoy constituye en nuestra Misa, la celebración de la palabra.

Ojala cuando se nos lea algún pasaje de la Sagrada Escritura, la escuchemos con la misma atención, se nos abra la inteligencia y sobre todo inunde de alegría nuestro corazón. Tengamos en cuenta que en esos momentos, es el mismo Dios el que nos habla, puesto que en la Biblia está todo lo que El ha dicho.

Si la predicación del Sacerdote no nos engancha, en lugar de distraernos o aburrirnos, ha llegado el momento de que recordemos la lectura del Evangelio y la meditemos un poco. Si lo hacemos comprobaremos que nos beneficia bastante.

Cuenta Chesterton que al entrar en una Iglesia y oir el sermón desastroso del cura dijo: Si la gente sigue aguantando esto es porque esta religión es la verdadera.

Si alguien no asiste a Misa porque siempre le predican lo mismo, no debería desayunar porque siempre toma leche. Si tomamos siempre un alimento corporal. ¿No deberíamos recibir uno espiritual?

Cuando Jesús hace ademán de seguir su camino y LE ruegan que se quede con ellos porque anochece y le han tomado cariño, Jesús accede.

Toma el pan, lo bendice, lo parte, y al recibirlo ellos, es cuando reconocen que Jesús es quien es, y al desaparecer físicamente, se ha quedado con ellos SACRAMENTALMENTE.

Por eso se vuelven todos gozosos a Jerusalén, aunque era de noche, para comunicarlo a los demás.

¿Salimos de Misa lo mismo que los de Emaús, conscientes de que hemos recibido a Jesús y sigue con nosotros todo el día? ¿Hay algo más importante?

sábado, 11 de abril de 2009

¿CÓMO SERÁ LA RESURRECCIÓN FINAL?

¿Cómo será posible que nuestros cuerpos convertidos en cenizas durante miles de años, puedan en el momento de la resurrección, volver a tomar nuestro cuerpo?

Isaac Newton, famoso matemático, físico, astrónomo ingles, quien estableció la ley de la gravitación universal, escuchó que sus alumnos discutían sobre la resurrección. Sabían que Newton era un hombre creyente.

-“Maestro,” Cuando una persona muere, el cuerpo se convierte en polvo. Si hay realmente una resurrección. ¿Quién recogerá esos millones y millones de átomos de polvo para revestir a las almas? – le preguntaron.

Newton, sin darle importancia, ordenó al alumno:

“Coge un saco de arena y vacíalo sobre la mesa de mármol. Pesa cien gramos de polvo de hierro y mézclanos con la arena”. Así lo hizo.

- Newton dijo: ¿Podrías devolverme los cien gramos de polvo de hierro mezclados en el montón de arena? Al no contestar el alumno. Newton le propuso:

- Descuelga de la pared el imán grande. Luego pásalo por encima de la arena. Recuerda que has de devolverme los cien gramos de polvo de hierro.

El alumno pasó el imán y recogió los cien gramos del polvo de hierro.

Newton con semblante sonriente dijo: ¿Qué es más fácil: Crear de la nada o bien hacer algo nuevo de una materia ya preexistente?. Sus discípulos contestaron: “Es más fácil hacer algo de una materia ya existente”

Newton concluyó: “ El que ha dado esta fuerza a la materia muerta, ¿No podrá dar a nuestra alma un poder mucho mayor cuando ella necesite revestirse de los átomos del polvo glorificado?

viernes, 10 de abril de 2009

NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.


Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en la cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.


(Anónimo del siglo XVI)

miércoles, 8 de abril de 2009

O JESUCRISTO ERA DIOS O FUE EL HOMBRE MÁS DESGRACIADO DE TODOS LOS TIEMPOS.

En las biografías de todos los prohombres que han existido, se han dado en sus vidas circunstancias, una veces sublimes y otras humillantes; pero en ninguno como en la vida de Jesucristo.

Recorriendo la vida de Jesucristo empezando por su nacimiento en un pesebre y siendo perseguido a muerte, por Herodes que ya temía perder su poder.

Su vida oculta durante 30 años. Sus tres años de vida pública, dándonos sapientísimos consejos, que siguen válidos y, ojala siguiéramos y obrando tantos milagros, sin ostentación y con un poder, que jamás hombre pudo ejercer.

Al final se somete voluntariamente, al juicio más injusto e inicuo, con un jurado, posiblemente compuesto por individuos que fueron curados o ayudados por EL; pero hábilmente manipulado por los que temían que Jesucristo le arrebatara el poder, como hubiera sucedido ahora, LO declararon culpable, y no con una condena cualquiera, sino a morir crucificado, ordenada por un juez cobarde y prevaricador, que también temía perder protagonismo y poder, como ahora.

LO contemplamos crucificado sin quejarse y encima perdonando a sus verdugos, dejándonos a su Madre como nuestra y prometiendo el Paraíso al buen ladrón.

Con este final hubiera sido considerado el hombre más desgraciado de todos los tiempos; pero como ERA DIOS, tenía que actuar como tal.

Por eso LO vemos resucitado al tercer día, no como un drogado que ha podido soportar los dolores y aguantar sepultado tres días, según quieren sostener, contra todo argumento médico e histórico, algunos indocumentados y malintencionados, sino con todo el poder de UN DIOS, que sólo por AMOR, puso en un platillo de la balanza todos sus sufrimientos y humillaciones para contrarrestar todos los pecados, injusticias y maldades de entonces, de ahora y de todos los tiempos.

Luego Jesucristo ERA DIOS y como hombre, EL MÁS GRANDE y admirado de todos los tiempos.

Gracias Jesús, MI SEÑOR Y MI DIOS.

lunes, 6 de abril de 2009

¿ES LA FE UN DON O UNA CARGA?

Para el ateo o el agnóstico, la fe, no sería una carga por los comportamientos a los que se verían obligados, sino que sería un absurdo, puesto que para ellos no existe Dios.

No obstante, no podemos pensar que estos incrédulos se vayan a condenar eternamente. “En la casa de mi Padre hay muchas moradas” dijo Jesucristo.

En la tierra existe una gama casi infinita de moradas. Desde palacios paradisíacos a cloacas inmundas. ¿Vamos a negar la posibilidad de que Dios, en ese espacio infinito sincategoremático, puesto que no se conocen sus límites, tenga establecidas esas moradas?; pero si aquí en la tierra nadie quiere vivir en una cloaca, en la estepa o en el tórrido desierto. Allá arriba ¿Qué?... y eternamente.

Lo triste y preocupante es que los que han recibido el don de la fe, vivan con ese tesoro escondido e improductivo y al no ser ni fríos ni calientes, los vomite Dios, como dijo San Juan en el Apocalipsis.

Muchos creyentes no saben aprovecharse de las riquezas que tiene el don de la fe. Jesucristo aun sabiendo que en aquel tiempo, muchos se escandalizarían dijo: “El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él. Tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día”

Si Dios está con nosotros. ¿Quién contra nosotros?. Afuera la soledad, las angustias y las depresiones. “Dios estará con nosotros hasta el fin del mundo” como nos prometió Jesucristo.

¿Por qué no se manifiesta Dios más abiertamente?, pensarán muchos. A esto nos responde Santa Teresa de Ávila con las siguientes revelaciones:

“Vi a la Humanidad Sacratísima con más excesiva gloria que jamás la había visto. Cuando yo me llegaba a comulgar y me acordaba de aquella Majestad grandísima que había visto y miraba que era el que estaba en el Santísimo Sacramento, y muchas veces quiere el Señor que le vea en la Hostia , los cabellos se me espeluznaban y toda parecía me aniquilaba. ¡Oh Señor mío!. Si no encubrieras vuestra grandeza, ¿Quién osaría llegar tantas veces a juntar tan sucia y miserable con tan gran Majestad?”

“Podríamos acaecer a lo que a un labrador, y esto es cierto, que pasó así: Hallóse un tesoro, y como era más que cabía en su ánimo, que era bajo, en viéndose con él, le dio una tristeza, que poco a poco se vino a morir de puro afligido y cuidadoso de no saber qué hacer de él. Si no lo hallara junto, sino que poco a poco se le fueran dando y sustentando, con ello viviera más contento que siendo pobre, y no le costara la vida.”

"¡Oh riqueza de los pobres, y qué admirablemente sabéis sustentar las almas y sin que vean tan grandes riquezas, poco a poco se las vais mostrando!"

"Cuando yo veo una Majestad tan grande disimulada en cosa tan poca como es la Hostia , me admira sabiduría tan grande y no sé cómo me da el Señor ánimo para llegar a ÉL."

viernes, 3 de abril de 2009

¿NACEMOS PREDESTINADOS?

Suele decirse que unos nacen con estrella y otros estrellados. Unos ricos y otros pobres. A unos, casi todo le sale a pedir de boca y a otros, no le sale una a derechas. El ¿Por qué?. Al final lo sabremos.

No es verdad lo que dicen que Dios nos arroja a este mundo como una semilla imprevisible, suyo desarrollo EL ignora, o que nacemos con nuestro destino escrito y que nada podemos hacer para cambiarlo.

Es verdad que Dios, desde toda la eternidad, sabe lo que cada uno va a realizar en este mundo, porque es Omnisciente.

En las antiguas tragedias griegas, los espectadores sabían, de antemano, lo que iba a suceder y asistían al espectáculo para ver como las interpretaban los actores. Algo parecido, puede que le suceda a Dios. Quiere ver cómo interpretamos nuestra vida. Nos deja plena libertad. Dios nos marca las líneas maestras, nos da el lienzo, los pinceles y los colores y se limita a esperar y observar atentamente la maestría o desacierto con la que vamos realizando nuestro propio cuadro.

De nosotros depende saber elegir los pinceles y la mezcla adecuada de colores y aunque siempre nos pueda caer una mancha, también podremos hacer borrón y cuenta nueva. De sabios es rectificar, siempre que lo hagamos pronto y no lo dejemos para el final, por si no nos queda tiempo. No debemos copiar el cuadro del vecino, a no ser, que sea una maravilla.

Deberemos pintar el nuestro con las propias peculiaridades y si humildemente recurrimos al Gran Maestro y nos dejamos guiar, nos saldrá mejor. Para ello tendremos que usar adecuadamente todos los colores, que serán todas las circunstancias que se nos vayan presentando, porque aunque “El hombre es él y sus circunstancias” como lo definió Ortega y Gasset, todos venimos a este mundo sabiendo lo que es bueno y lo que no lo es, por tanto no escojamos el camino más fácil, como sería dar brochazos. Intentemos, al menos, la perfección.

Los cuadros más valiosos han sido los pintados por los santos, porque obedeciendo las directrices del Divino Pintor han plasmado lo sublime, lo transcendente, lo eterno y, a veces, a falta de colores han usado la propia sangre. Por eso, lo más importante que podemos hacer en este mundo es trabajar para ser santos.

miércoles, 1 de abril de 2009

DIOS ACTUA, A VECES, COMO SI NO EXISTIERA

¿Quién no se ha sentido, alguna vez, como si estuviera ante un muro, cuando le ha pedido algo a Dios con fe e insistencia?

Si tiene memoria, observará que con el tiempo, aquello quedo resuelto de un modo como jamás hubiéramos podido pensar. Cosas de Dios.

Nunca deberíamos pedir como aquel que dijo: “Señor, dame paciencia; pero que sea ya” ni tampoco se dé en nosotros aquello de “el que espera se desespera".

Cuando se confía en Dios, hay que echarse a dormir, el que sea capaz; pero hay que seguir confiando contra viento y marea. Dios siempre cumple.

Para que nos sirva de ejemplo y nos anime, recordemos lo que cuenta la Sagrada Escritura, cuando los hijos de Jacob vendieron, por envidia a José su hermano pequeño a unos mercaderes.

¿Pensaría José que llegaría el día que al ser tan poderoso en Egipto, sus propios hermanos tendrían que acudir a él para pedirle grano, por el hambre que había en su tierra?

¿Temería Jacob y sus hijos que al trasladarse a Egipto, al amparo de José, que acabarían esclavos de Egipto? Posiblemente, fue la venganza por lo que hicieron con su hermano. Lo injusto también tiene su paga, tarde o temprano. Esperemos que todas las atrocidades que se están cometiendo, tengan su merecido. Por Dios que sea pronto.

¿Cuándo la madre de Moisés tuvo que abandonarlo en el río Nilo en un cesto para evitar su muerte, sospechó siquiera que pudiera ser el libertador de su pueblo Israel?

Todo esto en los acontecimientos grandes; pero si cada lector contara algo de su vida, comprobaríamos que eso sucede continuamente.

Por lo tanto a seguir confiando en Dios y vivir todo lo tranquilo que se pueda, sabiéndose en manos de Dios.