jueves, 23 de abril de 2009

DIOS ES DEMASIADO GRANDE

Dios tiene demasiada capacidad de amar, como para que no puedan caber en su corazón de Padre, los seis mil millones de hijos actuales, los pasados y los venideros.

Pero una cosa es que nos ame a todos y otra muy distinta que nos y hagamos digno de un amor tan grande. El amor con amor se paga.

Y los que no LE conozcan ¿Cómo podrán amarLO? Todos los seres humanos por muy atrasados, ignorantes y malas personas que sean, han sentido, alguna vez en su interior, la creencia y, o, sospecha de que por encima de ellos hay algo superior y, además, no pueden ignorar la Ley natural del bien y del mal aunque con matices.

Ante esta posibilidad, se podría pensar que no haría falta que los Misioneros los catequizaran, ignorando que su misión es darle a conocer que Dios ha bajado hasta nosotros para demostrarnos su amor y liberarlos de la esclavitud que, en muchas culturas paganas, sufren ante sus dioses y supersticiones, enseñarles y facilitarles el camino correcto de salvación, y al mismo tiempo, llevarles algo de cultura y progreso social.

Dios no se conforma con un amor genérico, quiere un amor de intimidad y para que exista tal intimidad quiere que LE conozcan, por eso desea darse a conocer y San Pablo dijo: ¿Cómo lo van a conocer si no hay quien se lo enseñe?

Para gozar de ese amor en toda su plenitud, que solo se puede co seguir con la salvación eterna, que nos con siguió Jesucristo con su muerte en Cruz, se tiene que haber llegado un comportamiento en consonancia con la persona ante la cual nos vamos a presentar.

En una palabra: Dios nuestro Padre tiene capacidad suficiente para querernos a todos y cada uno como hijo PREDILECTO y por eso quiere que le conozcamos y seamos dignos de tal privilegio.

Ningún padre, por bueno que sea, puede imponer ese amor predilecto a un hijo que le ignore o le odie.

Dios es el PADRE de TODOS.

3 comentarios:

Luis Alberto dijo...

Dar a conocer a Dios...A veces pensamos que con nuestro testimonio de vida alcanza. Y no lo proclamamos por vergüenza. Por eso es tan importante la catequesis y la homilia del sacerdote cuando están bien preparadas.

Roque Pérez dijo...

EStimado Luis Alberto. Sus comentarios me interesan y le digo que cuando la homilía de un sacerdote no me gusta, pido a Dios que lo ilumine.

Bruno dijo...

Me ha gustado mucho la frase: "Dios no se conforma con un amor genérico, quiere un amor de intimidad".

Creo que es cierto que muchos no cristianos aman a Dios genéricamente, como la Verdad, el Bien o la Justicia... y también creo que ese amor de intimidad con Dios propio de los cristianos es increíblemente mejor.