miércoles, 15 de julio de 2009

EL TELÉFONO MOVIL

A veces pienso que si pudiéramos oír, cuando vamos por la calle, todos esos millones de conversaciones que circulan por lo aires a través de los teléfonos móviles, nos volveríamos locos.

El progreso tecnológico hace que cada día estemos mejor, comunicados en horizontal. Y ¿En vertical?. ¿Cómo andan nuestras comunicaciones con Dios?. Me temo que cada vez peor. Se está poniendo de moda declararse ateo o agnóstico. Se presume y se tiene a gala el pasar de Dios. Algunos, parecen que van a cuatro patas por este mundo sin levantar la mirada al Cielo. Tan apegados están a los bienes terrenales, olvidando que, tarde o temprano, los tendrán que dejar todo.

Los que teman que Dios no los pueda escuchar por considerarlo tan lejos y ocupado en comunicaciones más importantes, sepan que Dios puede oír más de seis mil millones de llamadas en un instante y respondernos como si hubiéramos sido el único en llamarle. Para eso es Dios.

Si alguien permanece en una habitación con las ventanas siempre cerradas, se morirá de tristeza y será un estúpido, si por desidia o pereza no las abre, sabiendo que en cuanto las abra, le entrará luz, el sol y la alegría. Lo mismo nos puede suceder si no abrimos nuestro pensamiento a Dios, impidiendo que su amor penetre nuestro ser.

Cuentan de muchos santos, entre ellos, San Juan de la Cruz y Santa Teresa, que a veces, con sólo pensar en Dios, entraban en tales arrobamientos de amor a Dios y en éxtasis que se sentían ya como en la Gloria.

¡¿Quién pudiera sentir algo parecido?!. Pensemos más en Dios y no tanto en las cosas de este mundo.

Amor divino, amor terrenal. ¡¿Qué difícil son de alcanzar?!. El uno porque no se puede palpar, el otro porque nos puede defraudar.

¡¿Quién pudiera fundirlos y conseguir un nuevo metal que resonara como campana que despertara allá dentro un sentimiento nuevo y distinto, que nos hiciera volar a ras de tierra, evitando el lodazal hasta el día en que pudiéramos remontar el vuelo y conseguir ver la tierra con una más alta finalidad?!

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