lunes, 27 de julio de 2009

LA INDEPENDENCIA ES UNA ENGAÑIFA

Nada más nacer, ya manifestamos nuestro deseo de ser independiente, o sea egoísta, yo, yo y yo. Intentad quitarle un juguete a un niño y veréis la que arma.

¿Por qué los jóvenes son tan rebeldes? Sencillamente, porque el instinto de independencia surge a lo bestia, y casi siempre sin razón. Puro instinto egoísta.

El adulto está deseando independizarse de los padres, para por ley de vida y sin darse cuenta, meterse en la dependencia de la pareja. Cosas inevitables de la vida.

Como se está fomentando tanto la libertad y la independencia, el divorcio exprés está al orden del día para volver a tropezar en la misma piedra. Estamos condenados a no conseguir nunca la independencia.

Hay muchos, y esto es lo grave, que no quieren tener ninguna dependencia de Dios, se rebelan contra sus mandatos y caen de bruces en la esclavitud del alcohol, droga, promiscuidad sexual y violencias para terminar esclavizados de por vida en la cárcel.

Hay que reconocer que muchos países han conseguido, después de muchas luchas, su independencia y con justa razón porque eran casi esclavos de colonizadores, invasores etc.

En estos casos luchaban por conseguir su libertad que no necesariamente debe llegar a la independencia.

Nadie tiene derecho a privar de libertad a un pueblo o a un individuo, a no ser que el tal pueblo sea realmente un peligro inevitable para los demás y lo mismo en lo individual.

Muchos pueblos ni están esclavizados por nadie y gozan de plena libertad y sin embargo piden y luchan por conseguir su independencia.

No es el pueblo en general, sino unos pocos listillos y aprovechados que quieren ser “Cabecitas de ratón y no colitas de león” porque así manejan a su gusto la ratonera, aprovechándose del instinto individual que todos tenemos de INDEPENDENCIA.

Somos tan ingenuos y torpes que por seguir ese instinto individual y tan funesto nos dejamos engañar al creer que si nos libramos de una política general, tendremos más libertad, sin darnos cuenta que caeremos en una política caciquil y pueblerina.

3 comentarios:

Luis Alberto dijo...

Creo reconocer en sus comentarios un hilo conductor-entre muchos-cual es la condición humana en cuanto a las limitaciones que ella posee.Y hace muy bien en remarcarlas. Cuando uno sabe aproximadamente cuales son sus propias limitaciones y se acostumbra a convivir con ellas, más busca lo Ilimitado y más tolera a los que lo rodean. Como siempre, muy certero su aporte, Amigo Roque.Un abrazo...y lo sigo.

Roque Pérez dijo...

Muy acertada y espiritual su conclusión de que hay que tolerarse y tolerar las limitaciones y buscar las ayudas de lo alto amigo Luis Alberto. Un abrazo y sígame. Gracias.
¿Por qué me visitan otros cuantos argentinos, es que le ha dado mi blog?. Perdone.

Luis Alberto dijo...

La respuesta es negativa. ¿Será que los argentinos vamos tras una misma espiritualidad.Hummmm,para pensarlo,¿No?