DIOS NO SE ABURRE

Gran parte de nuestra vida, nos la pasamos apáticos, indolentes, sin ilusiones, angustiados y profundamente aburridos.

¿Cómo matamos el tiempo para salir de ese aburrimiento?.

Salimos de nosotros mismos para zambullirnos en la vida de otros, conociendo sus vidas a través de novelas, películas, revistas, programas televisivos del corazón etc,etc.

Con lo que vivimos envidiando, odiando, temiendo, repudiando, criticando o ensalzando al primer famoso que nos lo sirven en bandeja.

Dios no se aburre, porque vive en todo y cada uno de nosotros, como si fuéramos el único en la creación.

Si vive en todos los que actualmente vivimos en este planeta, que somos unos seis mil millones, ya tiene donde divertirse contemplando nuestras ajetreadas y pintorescas vidas.

Si Jesucristo dijo que hasta los pelos de nuestra cabeza estaban contados. ¿Cuánto más todo lo que nos ocurre?

Si vivimos momentos de tristeza, desilusión, angustia, miedo, alegría, optimismo, Dios lo vive con nosotros.

Si no fuera así, Dios que lo tiene todo y es infinitamente perfecto y poderoso, se aburriría; pero nosotros, con nuestras diabluras, LE divertimos, como críos que somos.

Deberíamos ser conscientes de todo esto y no contentarnos con matar nuestro aburrimiento, sino elevando nuestro nivel de vida interior con la sublime diversión de intentar conocer y gustar cada vez más los insondables y amorosos misterios de Dios.