EL JUDÍO ERRANTE

El pueblo judío fue el escogido por Dios, desde la creación de la humanidad para transmitirnos directamente que “ÉL ERA EL QUE ERA” y que no había otro Dios más que EL, como se lo dijo a Moisés y que a través de sus Profetas fue enseñando y dirigiendo a su pueblo querido.

Los judíos por haber sido elegidos y tan queridos por Dios, han sido perseguidos, expulsados e incinerados y casi siempre errantes por el mundo. El ser elegido, suele ser envidiado y por lo tanto odiado.

También es verdad que los judíos, aun dispersos y ERRANTES han tenido y siguen teniendo mucho poder económico e intelectual porque su raza ha dado a la humanidad muchos e insignes hombres y mujeres, entre ellos, Jesucristo y la Santísima Virgen María.

El judío errante por antonomasia fue JESUCRISTO y lo sigue siendo, porque al ser Dios y por lo tanto el más SABIO y PODEROSO, fue tan odiado que LO crucificaron y, hoy, muy pocos gobiernos aceptan su doctrina y LO admiten porque temen les quite el poder.

Aunque Resucitó y subió a los Cielos, anda errante esperando encontrar entre nosotros muchos que LE quieran conocer, acoger y dejarse acompañar, como hizo con los discípulos de Emaus, que aunque al principio no LO reconocieron, si que sintieron que su corazón se alegraba cuando Jesucristo les iba explicando las Escrituras.

El que sea capaz de leer un pasaje cualquiera del Evangelio con un poco de FE y AMOR, sentirá algo especial en su interior, porque en los Evangelios están las palabras de Dios y como el VERBO se hizo carne, se pone al lado del que lo escuche leyéndoLO, aunque ni lo sienta ni lo crea. (El que dude, que lo haga y comprobará que es verdad).

Jesucristo quiere estar al lado de cada uno de nosotros mientras estemos aquí en la tierra porque en el Cielo, seremos nosotros los que estaremos con EL y por toda la eternidad.