miércoles, 21 de octubre de 2009

JESUCRISTO TIENE POCOS AMIGOS

Si Dios tiene poco amigos es por nuestra culpa.

El que niega su existencia, difícilmente puede ser su amigo.

El creyente que no hace lo posible por conocerLE, estimarLE, reconocer su infinito poder y sobre todo amarLE, tampoco puede intimar con ÉL.

El que en lugar de amarLE, LE teme, no querrá saber nada de Dios.

El que haya leído lo que cuenta Santa Teresa, posiblemente no quiera ser amigo de Jesús, porque un día a preguntarle a Jesucristo, el por qué le había mandado aquel sufrimiento, y ante la respuesta de que así trataba a sus amigos. La Santa le dijo: Ahora me explico por qué tienes tan poco amigos.

Nosotros no nos hacemos amigos del primero que llega, podremos tener muchos conocidos, pero amigos, amigos, ¡Qué poquitos!, por la sencilla razón de que solamente los aceptamos cuando comprobamos que son buenas personas, honradas y nos demuestran su verdadero afecto, lealtad, están a las duras y a las maduras y que nunca nos traicionarán y, además tendremos mucho cuidado de que esa amistad sincera, sin intereses de ninguna clase, jamás pueda generar una corriente mutua tan oculta y electrizante que salten chispa y quemen.

Aunque nosotros somos tan exigentes, Jesucristo no lo es, porque quiere ser amigo de buenos y de malos; pero no puede estrechar una mano que no sale del bolsillo, aunque Dios siempre la tiene extendida.

En la Parábola del Hijo Pródigo, cuando el hijo dilapidó la herencia y se quedó en la miseria, el padre no corrió a buscarlo, tuvo que ser el hijo el que volvió pidiendo perdón y el padre recibió la mayor alegría de su vida.

Por eso, Jesucristo dijo que en el “Cielo hay mayor alegría por un pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos”.

Lo triste y misterioso es que este mundo está compuesto de buenos y malos. Unos, al menos, intentan y quieren ser amigos de Dios. A los otros, posiblemente y sin ellos darse cuenta los mete Satanás en su circulo de amigos.

Los asesinos, ladrones, injustos, mentirosos, calumniadores, adúlteros, violadores, traidores, cínicos etc,etc, aun sin saberlo y aunque no lo quieran, están en la redes de Satanás.

¿Qué han hecho los amigos de Jesucristo para que siempre hayan sido tan odiados, perseguidos y martirizados?

Satanás mueve los hilos.

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