martes, 27 de octubre de 2009

OCUPARSE SIN PREOCUPARSE

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, vivimos atosigados por las PREOCUPACIONES particulares, laborales, familiares, económicas y, por lo tanto, malhumorados, cabreados, indignados y deprimidos al sentirnos tan incapacitados para resolver los problemas del día.

La única solución para librarnos de esa losa que nos deprime todo el día, es OCUPARSE con paciencia, resignación y resolver con eficacia lo que esté en nuestra mano, calladamente sin aspavientos ni protagonismos ni amargando a los que nos rodean con nuestras quejas, como si ellos fueran, en parte, los culpables, sino más bien pidiendo humildemente su cooperación y, sobre todo, teniendo confianza en que Dios, al final, nos echará una mano.

A veces, hay días y hasta temporadas que se nos presentan unos nubarrones tan cargados de problemas de dinero, salud, convivencia etc, que nos quitan el sueño, la tranquilidad y ante los cuales nos sentimos impotentes de OCUPARNOS porque están fuera de nuestro alcance.

John Milton, poeta y escritor inglés que sabía del poder de la mente, de la vida interior, y que si uno tiene FE y ESPERANZA, no debe dejarse arrastrar por el infortunio ni por las PREOCUPACIONES.

También decía: “La mente tiene su lugar propio, según lo que haya en nuestro interior, podemos hacer del infierno un cielo, y del cielo un infierno.”

El psicólogo y filósofo norteamericano, profesor de Harvard decía:
“La mejor cura para la preocupación es la FE religiosa.”

Lo único que nos puede dar cierta tranquilidad esperando que se solucionen tales problemas, es CONFIAR plenamente en la DIVINA PROVIDENCIA; pero teniendo muy en cuenta aquello de que a “Dios rogando y con el mazo dando,” sobre todo a DIOS ROGANDO, porque en muchos casos, nuestro mazo es inútil.

Este Dios rogando, no quiere decir que todo el día estemos en la Iglesia rezando; pero cuando nos sintamos agobiados, entremos dentro de nosotros, que es donde está Dios y pidámosle con insistencia SU ayuda.

No temamos ser pesados. Recordemos la parábola de Jesucristo en la que un amigo atiende las peticiones nocturnas e insistentes de otro amigo con tal de que lo deje tranquilo.

“Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.”

Es la más eficaz y ÚNICA ocupación ante tantas PREOCUPACIONES.

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