martes, 15 de diciembre de 2009

¿PARA QUÉ SIRVE QUEJARSE?

Las personas que se quejan continuamente de todo y de todos, son inaguantables y viven amargadas y amargando a los demás. ¿Qué adelantan con ese desahogo que sólo les reporta malhumor?

Leamos el artículo que publicó J.M. Alimbau en LA RAZÓN sobre lo que escribió Gabriela Mistral, seudónimo de Lucía Godoy, escritora Chilena, premio Novel de Literatura.

Ejerció el magisterio en zonas rurales de Chile y cuando contaba veinte años, el joven que ella amaba, se suicidó.

Después fue Cónsul de su País en Nápoles, Lisboa, Río de Janeiro, Los Ángeles…

Sus temas centrales fueron el amor y el dolor. Su lenguaje sencillo, vivo y rico. En tiempo de enfermedad escribió la oración siguiente, que ha ayudado a muchas personas.

“En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero al verte… mis ojos van y vienen de tu cuerpo… a mi cuerpo con vergüenza.

¿Como quejarme de mis pies cansados… cuando veo los tuyos destrozados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías… cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a TI mi soledad… cuando en la cruz alzado y solo estás?

¿Cómo explicarte que no tengo amor… cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido… pedirte nada…
Estar aquí junto a tu imagen muerta.
Ir aprendiendo que el dolor es sólo…
la llave santa… de tu santa puerta”.

San Alfonso María de Ligorio enseñaba: “Mira a Jesús Crucificado…y nunca TE QUEJARÁS”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es muy hermosoo y te hace pensar demasiadoo!! dice cosas verdaderas y lindas que cada quien toma en cuenta que te dicen lo que criisto es

Roque Pérez dijo...

Me alegra que al leer el artículo, haya sentido la gracia de Dios.
Un cordial saludo.