lunes, 28 de diciembre de 2009

¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE UN NIÑO PERSEGUIDO?

Cuando leemos en el Evangelio que la Virgen y San José tuvieron que huir a Egipto para que Herodes no pudiera matar al Niño Jesús, nos preguntamos:

¿Es que no tenía poder para matar a Herodes? Claro que lo tenía; pero si Dios tuviera que matar a todos los que le persiguieron, LO persiguen y LO seguirán haciendo, no haría otra cosa.

Dios quería hacer algo más importante, como era demostrar con hechos y no con palabras, como lo hacen muchos, que su Divino Hijo bajaba a nosotros como NIÑO INDEFENSO, para cambiar el mundo.

Aun en este mundo, todo lo grande, duradero y eficaz, nace de algo tan diminuto como puede ser una semilla, una idea, una palabra, si en todo ello lleva en POTENCIA una vida arrolladora como fue la vida terrenal de Jesucristo, porque el SACRIFICIO y el AMOR tienen un PODER INFINITO.

Bien claro queda en la Parábola de la Cizaña que Dios deja crecer en este mundo el trigo con la cizaña hasta el momento de la siega que es el de la verdad.

Alguna cizaña si no es quemada del todo, eso será después, sí que queda aquí chamuscada, como le sucedió al infanticida Herodes, pues creo que en algunos Evangelios Apócrifos se cuenta que murió comido por los gusanos.

Creo que sería conveniente que los que publiquen, fomenten y voten leyes infanticidas, supieran cómo terminó, aun aquí en la tierra el que mató a tantos inocentes por miedo a perder el poder ¿Qué pretenden los demás infanticidas? ¿Evitar mas muertes!!!!!?

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