miércoles, 24 de marzo de 2010

LOS JUDAS CAMUFLADOS

Un año más deberíamos en esta Cuaresma meditar en profundidad sobre el misterio insondable de ver a un Dios crucificado; pero que convierte su cruz en la llave que nos abre las puertas del Paraíso.

¡Gracias Señor!

Aparecerán también en escena, personajes tan históricos y universales como Anás y Caifás, envidiosos y prepotentes. El zorro de Herodes, adúltero y vil asesino. Pilato, cobarde e injusto prevaricador.

De estos personajes, Jesucristo no emitió ningún juicio condenatorio. De Judas Iscariote sí que dijo: “Más le valdría no haber nacido” ¡Duras palabras!

¿Entregó Judas a Jesús por dinero, o fue por congratularse con los sumos Sacerdotes, por si era condenado su Maestro, verse él favorecido, además de cobrado las treintas monedas, como anticipo?

Nuca sabremos los motivos que tuvo para cometer tal felonía, sería tan inconfensable, que se fue con el secreto a la horca.

¿Cuántos Judas han traicionado a un compañero de trabajo para congratularse con los jefes, escalar puestos, o por envidia, vengarse del amigo?

También suele darse algún que otro Judas en las familias, cuando revelan conversaciones, confidencias o monta una calumnia para protagonizarse, adquirir méritos o, simplemente, hablar por no callar. “Por la boca muere el pez” “El que mucho habla, mucho peca”, ignorando que serán menospreciados y de poco fiar.

Dios quiera que Jesucristo no tenga que decir de alguno de estos Judas camuflados, ya que tarde o temprano, serán descubiertos, lo que dijo del discípulo traidor.

Estos Iscariotes deberían saber que así como el pecado de robo no se
puede perdonar si no se restituye lo robado, lo mismo tendría que hacer restituyendo la fama y la honra traicionada, aunque ya sería difícil borrar la mancha del aceite derramado.

Por desgracia, mientras el mundo sea mundo, la traición y la calumnia estarán al orden del día. Pidamos a Dios no nos permita caer tan bajo.

No hay comentarios: