LAS TRES DIVINAS PERSONALIDADES

UN solo Dios, lo constituyen TRES personas, con su propia personalidad.

Por lo tanto, haciendo Teología-Ficción, podríamos pensar que cada una ha tenido su actuación muy PERSONAL pero con un Pacto de Estado a lo Divino.

Nos cuenta la Biblia que Dios PADRE empezó a crear el mundo diciendo “Haya luz” “Haya firmamento” “Júntense en su lugar las aguas” “Haga brotar la tierra hierba verde” etc,etc, pero cuando llegó el momento CRUCIAL de crearnos a su imagen y semejanza, no dijo “Hágase”, sino “HAGAMOS, al hombre a NUESTRA imagen y semejanza”, lo que demuestra que fuimos creados por las TRES Divinas Personas y así supiéramos que también podríamos llegar a ser Dioses al participar de su ESENCIA.

El PADRE durante muchos siglos anduvo intentando que la humanidad, y en particular Israel, su pueblo escogido y depositario de sus Leyes, caminara rectamente para conseguir el fin que los TRES se habían propuesto, y para ello, les envió Profetas que les indicaron el camino. Hizo prodigios y los liberó de esclavitudes y derrochó cuidado y amor y en cambio respondieron a su mensaje, matando a los mensajeros.

También dijo cómo nacería su Hijo y cómo terminaría.

“En aquellos días habló el Señor con Acaz, diciendo: Pide al Señor tu Dios un prodigio a lo que Acaz respondió: No pediré, no tentaré al Señor. Entonces dijo: El mismo Señor os dará un prodigio:

Sabed que una Virgen concebirá y dará a luz un HIJO y su nombre será Emmanuel. Mantequilla y miel comerá hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.”

Por su Profeta Isaías dijo lo siguiente:

“Maltratado, más EL se sometió, no abrió la boca, como cordero llevado al matadero, como oveja muda ante los trasquiladores. Fue arrebatado por un juicio inicuo, sin que nadie defendiera su causa, pues fue arrebatado de la tierra de los vivientes y herido de muerte por el crimen de su pueblo. Dispuesta estaba entre los impíos su sepultura y fue en la muerte igualado a los malhechores, a pesar de no haber cometido maldad, ni haber mentira en su boca.”

El HIJO estando plenamente de acuerdo con la voluntad del Padre, que era la misma que la suya, puesto que EL también quería nuestra glorificación, y sabiendo que los hombres aceptamos más lo humano que lo Divino, se hizo HOMBRE esperando ser recibido y escuchado. Todos sabemos cómo fue recibido y escuchado.

Jesús también anunció la venida del Espíritu Santo.

“Estas cosas os he hablado estando con vosotros, más el Paráclito, el ESPÍRITU SANTO que enviará el Padre en mi nombre, ÉL os enseñará todas las cosas y os recordará todas lo que os dije yo.

Recordemos, en lo esencial, la Parábola de los invitados a la boda.

Un rey preparó el banquete de bodas de su hijo y al no ser aceptada su invitación por todos los que fueron invitados, envió a sus criados para que por los caminos consiguieran invitado, malos y buenos y así la sala quedó llena de comensales.

Uno de ellos no llevaba traje de boda y fue arrojado a las tinieblas exteriores, donde habría llanto y crujir de dientes. “Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.”

¿No seria esta parábola como una Profecía que se podría cumplir con la venida del ESPÍRITU SANTO porque cansados de tanto dialogar y aconsejarnos sin imposición y con el deseo de que todos o casi todos pudiéramos llegar a ser Dioses, irrumpa como un viento huracanado en nuestro interior, que es de donde sale todo mal, y nos deje tan limpios y tan llenos de la GRACIA SANTIFICANTE que nos ponga, casi obligatoriamente en el camino de la salvación, aunque no todos, porque siempre los habrá que tengan las puertas de su conciencia tan blindadas que ni la fuerza del Espíritu Santo las pueda abrir?

En esa generación se cumpliría misteriosamente el Pacto de Estado a lo Divino que hicieran en su momento de que los TRES, cada uno, con su personalidad conseguirían que los que habían sido Creados a su imagen y semejanza, habrían llegado a ser DIOSES.

Hasta que llegue ese momento, si es que llega, deberíamos estar más atentos al SUSURRO que suele hacer el Espíritu Santo en nuestro interior, sin violencia; pero con insistencia para que seamos BUENAS PERSONAS.