¿EN QUÉ DEBERÍAMOS INVERTIR?

He sabido que un cuadro de Picasso se ha vendido en ochenta y dos millones de Euros. Más de trece mil millones de pesetas.

Si se controlaran y se prohibieran las inversiones IMPRODUCTIVAS, la riqueza mundial se incrementaría al máximo y se podría erradicar la pobreza.

Cada uno es dueño de su patrimonio y puede hacer lo que le plazca porque debemos seguir siendo libres, no como en algunos países; pero también la CONCIENCIA debería primar.

Es muy lícito invertir para conseguir unos dividendos, siempre y cuando nuestro dinero sirva para que los que lo manejan lo empleen en crear riqueza y no para ESPECULAR, que también debería estar prohibido mundialmente.

Se puede invertir algún tiempo en diversiones, en seguir y admirar ciertos ídolos o famosos y hasta intentar imitarlos; pero conviene no olvidar, que como mortales, desaparecerán.

Existe un ÍDOLO por antonomasia en quien se podría invertir más tiempo en conocer, seguir e imitar porque es el único que puede llenar plenamente nuestras vidas atormentadas por inseguridades y toda clase de problemas y contratiempos.

Jesucristo que es DIOS y HOMBRE debería ser el más CONOCIDO e IMITADO por todos aquellos que quieran INVERTIR en algo SEGURO para conseguir unos intereses con los que se podrían disfrutar aun aquí en este mundo y sobre todo en el ETERNO.

Jesucristo dijo: “¿De qué le sirve al hombre ganar todo el MUNDO, si pierde su ALMA? Y “Sin mí, nada podéis hacer.” ¡¡Con la de cosas que queremos o tenemos que hacer!!

Y San Pablo en su primera carta a los Corintios escribió:

Yo, hermanos, llegué a anunciaros el testimonio de Dios no con sublimidad de elocuencia o sabiduría, que nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a JESUCRISTO, y éste CRUCIFICADO”.

“Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el corazón humano puede comprender lo que Dios tiene preparado para los que le aman”.

San Pablo supo elegir su ÍDOLO y así pudo hacer lo que hizo en bien de la humanidad.

Para invertir en JESUCRISTO, buscando unos RENDIMIENTOS insospechados, no hace falta dinero; pero sí mucha FE, generosidad, sacrificio y tener ansias de realizar algo grande en este mundo para no morir siendo uno de tantos.