¿POR QUÉ SE APARECE LA VIRGEN?

Todos sabemos que el 13 de Mayo de 1.917 la Santísima Virgen María, bajó del Cielo para estar con sus tres hijos pastorcillos en tierra de Fátima.

¿Por qué la Madre tira más por los hijos que el Padre y los hijos por la madre más que por el padre?

¿Por qué cuando se quiere ofender a alguien se le insulta a la madre y no al padre y todos sabemos cómo se reacciona?

Porque durante meses ha tenido a su hijo en su seno, lo ha amamantado, criado y por lo tanto ha estado más tiempo con su hijo. Cuanto más ROCE más CARIÑO.

Eduardo Verástegui, Actor y productor de la película “BELLA” ha dicho: “ Si todas las madres tuvieran el vientre de cristal, no abortarían”.

La Madre de Dios es también madre nuestra como quedó ordenado por el mismo Dios, cuando desde la cruz dijo: “Madre ahí tienes a tu hijo y a San Juan: Hijo ahí tienes a tu madre”.

Convenció a su Hijo para que hiciera el primer milagro en las bodas de Caná para demostrarnos que en la unión de un hombre y una mujer se produce el MILAGRO de la PROCREACCIÓN.

Soportó todos los sufrimientos de Cristo porque sabía que así nos podríamos convertir en hijos de Dios. Y como ya lo somos, quiere estar con nosotros. Por eso en todas sus milagrosas apariciones, como en la del Pilar, Guadalupe, Lourdes, Fátima y en otras muchas, ha pedido se le construyera un Santuario en el que ella pudiera estar entre nosotros y podernos recibir.

¿Qué pueblo, por pequeño que sea, no tiene una ermita a su Virgen? ¿Quién ha oído blasfemar de la Virgen?

La Madre de Dios lleva nuestra sangre y la sangre tira.

Por eso, la Virgen es respetada y hasta querida por aquellos que, a veces, casi no tienen fe y no son nada religiosos, como puede que lo sea alguno de los mozos del Rocío, que presos de un sentimiento, llamémosle folclórico o como se quiera; se arriesgan para llevar en andas a su Blanca Paloma.

Nuestra Madre con sus apariciones ha sembrado mucho amor y por lo tanto es lo que recibe.

Sobre todo, la Virgen con sus frecuentes apariciones quiere ayudarnos a CREER más en Dios a quien no vemos, si sabemos que ella ha estado entre nosotros.