Unos POCOS BUENOS pueden MÁS que MUCHOS MALOS

Casi todos creemos que en este mundo hay más MALOS que BUENOS al tener la evidencia de que los malos hacen mucho ruido, se manifestan más en público, el mal, parece que los aglutina, los une, los envalentona y les encanta y divierte atacar a los humildes, justos y callados. En una palabra, se convierten en “El matón del barrio”.

Cuando la mentira, la corrupción, la injusticia, la manipulación y la maldad consigue el poder, puede que, transitoriamente, VALGA MUCHO.

Esto que, como un tornado, se ha producido, por desgracia, en muchas épocas de la humanidad; pero que sólo han conseguido arrasar temporalmente la superficie de la sociedad, ha sido gracias a que siempre han existidos UNOS POCOS BUENOS que con humildad, con principios éticos, morales y religiosos han sabido aguantar con valentía e inteligencia a esos MUCHOS MALOS, borrándolos de la superficie.

¿Consiguieron los Césares Romano prevalecer intentando aniquilar a un PUÑADO de pobres y humildes cristianos?

¿Pudo el Nazismos con todo su poder extinguir los judíos y otras razas porque no eran de la suya?

¿De qué le sirvió a Stalin tener el poderío militar contra el Vaticano que no tenía ejército? ¿Qué consiguió que en sus escuelas se les preguntara a los niños “Dónde estaba Dios” para que, al no poderlo encontrar, quedara de manifiesto que no existía?

Queda bien claro que los que sean BUENOS de verdad, aunque sean POCOS, triunfarán siempre contra los MUCHOS MALOS.