lunes, 7 de junio de 2010

UN CIEGO QUE DIO VISTA A MUCHOS

El próximo sábado 12 de Junio será BEATIFICADO Manuel Lozano Garrido “LOLO” que nació el 9 de Agosto de 1.920 en Linares (Jaén) y comenzó a desarrollar su trabajo profesional como periodista en medios de comunicación religiosos. Murió el 3 de Noviembre de l.971.

En 1.942 contrajo una grave enfermedad (espondilitis) que le deformó por completo el cuerpo y le dejó invalido y durante 28 años sujeto a una silla de ruedas.

El doctor Pulpillo decía que “Lolo sufría constantemente, su dolor era semejante como aquel que tuviera clavado alfileres en todos los poros de la piel, rozarle con la mano era un suplicio; también tenía dos cálculos renales enormes que debían causarle grandes dolores. No obstante era un hombre ALEGRE y lo transmitía.”

Aunque los últimos diez años de su vida los pasó completamente ciego, dictó nueve libros y miles y miles de artículos.

A un médico que estaba enfermo le sugirió:

“El porvenir no es tuyo, ni de los médicos, sino de Dios. A ti sólo te toca la hora por la que pasas. Vívela con ilusión y fecundízala intensamente. Cárgala de esperanzas, siémbralas de amor.”

Laín Entralgo, después de haber leído una obra de Lolo, exclamó:

“En la vida no hay más que dos extremos: el suicidio o la santidad. Lolo escogió la mejor parte, la heroicidad, estúpida aparentemente; pero verdadera en su insuperable fondo.”

Tico Medina hace tiempo escribió: En Manuel Lozano Garrido, Lolo, resplandece la verdad extraordinaria, poderosa, irrepetible. Fue un cronista del amor. Muchas gracias a Lolo, porque en mi vida hay dos partes, una anterior a Lolo y otra después de Lolo.

En plena juventud y gozando de salud y después ciego total abrió los ojos del Espíritu a muchos, entre los cuales me encuentro yo.

Tendría yo unos 16 años en los años 1.941 cundo una tarde, jugando en el Centro de Acción Católica, me interrumpió el juego, (instante que tengo grabado imborrable como si hubiera sido ayer) y me dijo que por qué no me hacía del “Grupo de Piedad” (creo que así se llamaba) y me obligaba a “Visitar el Santísimo todas las tardes” “Asistir los sábados a la Sabatina para rezar el Rosario” y “Asistir los domingos a la Misa cantada” que yo empecé a cumplir a raja tabla.

No me cabe duda que su semilla tuvo una carga DIVINA tan eficaz que mi amor a Jesucristo y a la Virgen, empezaron a progresar de tal modo y siguen progresando de tal modo, que me considero muy afortunado y protegido por Lolo en lo material y sobre todo en lo ESPIRITUAL.

¡¡Gracias, amigo LOLO y espérame!!

e-mail: amigoslolos@telefonica.net

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