lunes, 12 de julio de 2010

Dios mío, Dios mío, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?

Este grito desgarrado de Jesús en la cruz, es el TESTIMONIO histórico y notarial más verídico y misterioso de todos los tiempos.

Ello está demostrando que lo que los Evangelistas contaron de la Muerte y Crucifixión de Cristo fue tan real que no dudaron en dejarlo escrito en la misma lengua aramea que usó Jesús: ¿”Eloi, Eloi, lamma sabacthani”? “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?

Los discípulos de Jesucristo debieron quedar traumatizados y desconcertados al oír el GRITO de Jesucristo, por el hecho de que lo lanzara ÉL que se había declarado públicamente que ERA DIOS.

Es lo que la sociedad de todos los tiempos está gritando desde que fue arrojada del Paraíso, porque quiso ser como Dios, deseo que sigue vigente por nuestra parte y Dios lo tiene aceptado y quiere concedérnoslo, a su modo, y para ello estamos condenados a seguir gritando pidiéndole humilde y resignadamente su ayuda.

En el grito de Jesucristo, como hombre, estamos todos representados. ¿Quién no ha lanzado ese grito más de una vez en su vida? Y ¿Quién no ha sentido, que tarde o temprano, Dios le ha ayudado y en respuesta a ese grito resignado le ha surgido una FE y nueva ESPERANZA de alcanzar ese prometido PARAÍSO?

El día que la humanidad entera deje de gritarle a Dios implorando su AYUDA y sólo se preocupe de lo de aquí abajo, sin levantar siquiera los ojos hacia arriba, será porque ya está FINIQUITADA.

De momento, gracias a Dios existen muchos que con FE y ESPERANZA siguen gritando con humildad.

No hay comentarios: