miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Por qué SAN PEDRO fue elegido como primer PAPA?

¿Por qué Jesucristo escogió a Pedro y no a Juan, que era el discípulo preferido y que reclinó su cabeza en el pecho de Jesús?

Como Dios quiso realizar la SALVACIÓN del género humano, haciéndose HOMBRE, no tendría más remedio, para poder continuar su obra redentora, que encomendársela a otro hombre con sus defectos y virtudes.

Sería el único que sabría hacerse a TODOS para ganarlos a TODOS y porque tendría que gobernarla como una Monarquía, una Aristocracia y una Democracia.

La Iglesia es una MONARQUÍA absoluta por el poder que tiene el Sumo Pontífice.

Es una ARISTOCRACIA porque sus príncipes son los Cardenales, quienes entre ellos eligen a quien estará en el VÉRTICE y junto a ellos está la multitud de otros nobles que son los Obispos y subsiste la distancia clero y laicos.

Es una radical DEMOCRACIA porque cualquiera, sea el que sea su raza, sexo, estado social, cultural o edad, puede obtener la ciudadanía mediante el bautismo, que no se le puede negar a nadie que lo pida con sincero deseo. Puede entrar a formar parte de su clase dirigente, subiendo los escalones hasta el vértice, el trono de PEDRO. En ella, sus leyes son IGUALES para todos, que no son otras que las contenidas en los DIEZ MANDAMIENTOS.

Veamos si San Pedro fue el adecuado para ser ELEGIDO.

Al ser presentado Pedro por su hermano Andrés a Jesús, fijando en él la vista, dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú serás llamado Cefas, que quiere decir Pedro.

Jesús, nada más verlo, ya lo CALÓ.

Habiendo predicado Jesús desde la barca de Pedro, ordenó que bogara mar adentro y echara la red para pescar. Simón dijo que lo habían intentado en vano toda la noche; pero si lo decía Jesús las echaría.

Al capturar tal cantidad de peces que rompía las redes y se hundía la barca, Simón Pedro, se postró a los pies de Jesús, diciendo: Señor, apártate de mi, que soy hombre pecador.

Pedro se CONFIESA y reconoce humildemente su dependencia de lo ALTO, y empieza a protagonizarse. Cualidades imprescindibles de un honrado e inteligente gobernante.

Cuando Jesús les dijo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Luego de haberLO oído, muchos de sus discípulos, dijeron:¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede oírlas? Conociendo Jesús que murmuraban de esto sus discípulos, les dijo: ¿Esto os escandaliza?. Desde entonces muchos de sus discípulos se retiraron y ya no le seguían y dijo Jesús a los doce: ¿Queréis iros vosotros también?

Simón Pedro dijo: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios.

Pedro tiene el ATREVIMIENTO de preguntar y responder categóricamente:

En la cuarta vigilia de la noche vino Jesús a ellos andando sobre el mar y al verle desde la barca, se turbaron y decían: Es un fantasma y de miedo comenzaron a gritar; pero Jesús les habló diciendo: Tened confianza, soy yo, no temáis.

Tomando Pedro la palabra, dijo: Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas. ÉL dijo: Ven. Bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús; pero viendo el viento fuerte, temió y comenzando a hundirse, gritó: Señor, sálvame. Al instante Jesús le tendió la mano, le agarró, diciéndole: Hombre de poca fe. ¿Por qué has dudado?

Pedro se ARRIESGA ingenuamente ¿Por cariño o aventura?

Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista; otros que Elías; otros que Jeremías u otro de los Profetas. Y vosotros ¿Quién decís que soy?

Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: TÚ eres el Mesías, el hijo de Dios vivo. Y Jesús respondiendo dijo: Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta PIEDRA edificaré yo mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos y cuanto atares en la tierra, será atado en los cielos y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos.

Sobre el VALIENTE y FRÁGIL Pedro recae la MISIÓN más importante, sacrificada y misteriosa de todos los tiempos y la acepta sin rechistar.

Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para ser muerto y al tercer día resucitar.

Pedro tomándolo aparte se puso a amonestarle diciendo: No quiera Dios que esto suceda; pero ÉL, volviéndose dijo a Pedro: Retírate de mí, Satanás; tú me sirves de escándalo, porque no sientes las cosas de Dios, sino la de los hombres.

Aquí San Pedro se PASÓ cariñosamente de HUMANO.

Seis días después tomó Jesús a Pedro, a Santiago, y a Juan su hermano y se transfiguró ante ellos; brilló su rostro como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se le aparecieron Moisés y Elías hablando con ÉL.

Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, ¡Qué bien estamos aquí!. Si quieres haré aquí tres tiendas, una para TÍ, una para Moisés y otra para Elías. Aún estaba hablando, cuando los cubrió una nube resplandeciente, y salió de la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias. Escuchadle.

San Pedro se sintió tan a gusto, que no le importaba hacer tres tiendas. Ya surgió la DIPLOMACIA tan traída y llevada del Vaticano que consiste en conseguir algo muy importante, cediendo en lo menos importante.

Jesús se levantó de la mesa, se quitó los vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en la jofaina y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugárselos con la toalla que tenía ceñida. Llegó pues a Simón Pedro, que le dijo:

Señor ¿TÚ lavarme a mi los pies? Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora, lo sabrás después. Díjole Pedro: Jamás me lavarás tú los pies. Si no te los lavare no tendrás parte conmigo. Simón Pedro le dijo: Señor entonces no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.

Para Pedro no existen las MEDIAS TINTAS. o blanco, o negro. Cuando se trata de cumplir una orden de ARRIBA.

A donde yo voy, no podéis venir. Díjole Simón Pedro: Señor, ¿a donde vas?, respondió Jesús: A donde yo voy, no puedes tú seguirme ahora; me seguirás más tarde. Pedro le dijo: Señor ¿por qué no puedo seguirte ahora?. Yo daré por TI mi vida. Respondió Jesús: ¿Darás por mí tu vida? En verdad te digo que no cantará el gallo antes que tres veces me niegues.

Ni San Pedro se libró de una cariñosa SOBERBIA.

Aunque todos sabemos que Pedro NEGÓ tres veces conocer a su Maestro; fue cariñosamente confirmado, después de tres SINCERAS DECLARACIONES DE AMOR en su ARDUA TAREA, que cumplió hasta dando su vida y lo han cumplido y lo siguen cumpliendo con sus virtudes y defectos, como humanos, TODOS SUS SUCESORES.

1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Su escrito, don Roque, me llena de esperanza. Esta mañana siento sobre mi espalda el peso de una responsabilidad para la que me falta la destreza: soy el director del equipo parroquial de Cáritas y siento que no tengo las habilidades necesarias para distribuir las tareas. Soy capaz de cargar con cuantas acciones tenga que desarrollar, pero no sé hacer funcionar al equipo. ¿Por qué yo? ¿Por qué me encomienda el Señor esta tarea?
Le ruego encarecidamente que ore por mi y que el Señor suscite en mí las capacidades necesarias para servirle o que ponga a otro en mi lugar. No quiero dejar de servirle en sus criaturas, ¿pero por qué esta tarea?