domingo, 10 de octubre de 2010

UN AMOR SIN EL FLECHAZO

Muchas veces el amor que surge de un flechazo, no es amor, es un capricho, un impulso, una pasión, a veces, incontrolada, puede ser como un subidón que fácilmente baja.

Si la herida que puede abrir el flechazo, cicatriza pronto, el amor que surgió, desaparece.

El amor es algo más profundo duradero y sobre todo sacrificado si la herida del flechazo, sigue abierta de donde fluya la convivencia, soportando con cariño y razonablemente las diversas afinidades sin caer en los separatismos e independencias tan de moda y trágicas, el interés mutuo y sobre todo el convencimiento de que el amor en este mundo no puede dar más de sí.

Sólo existe un amor, sacrificado, por supuesto; pero el único que nos puede dar equilibrio, permanencia, transcendencia y el que puede abarcar y dominar todos los demás amores.

“El que me AMA, guardará mi palabra y mi PADRE le amará y vendremos a él y haremos MORADA en él.” Promesa de Jesucristo.

¿Puede alguien en este mundo ofrecernos un amor más grande sin más contrapartida que nuestra escucha y nuestro amor? Si dos corazones no laten al UNÍSONO, no es amor.

¿Cómo podremos conseguir ese amor que nos pide Jesucristo?

Los amores verdaderos y duraderos de este mundo surgen sobre todo, con flechazo o sin flechazo, por el mutuo conocimiento, el roce, la afinidad y por un sacrificio compartido.

No existe otro camino para conseguir ese amor a Jesucristo, a no ser por una milagrosa revelación, que conocerLO a fondo y tratarLO con frecuencia, teniendo la certeza, si verdaderamente se tiene fe, de que ÉL está siempre a nuestro lado.

El que de verdad quiera conocer a Jesucristo, lea con detenimiento y cariño el encuentro de Jesús con la Samaritana, con Nicodemus, o cuando ya resucitado, le preguntó cariñosamente a Pedro tres veces si LE quería, en reparación de sus tres negaciones la noche del Jueves Santo.

Todo el que lea cualquiera de estos pasajes evangélicos con corazón abierto, recibirá, si no un flechazo, si un TOQUE.

2 comentarios:

Quimera dijo...

Muchas gracias por el artículo; me ha agradado mucho.

He leído también los tres pasajes que recomienda y me han encantado. Lo único que lo que dice usted al final sobre Pedro -lo de reparar las tres negaciones-, pues en la Biblia que yo tengo dan a entender en una nota aclaratoria que Jesús lo está preparando para el martirio que Pedro va a sufrir por él al igual que antes Jesús había muerto por todos nosotros.

Saludos!

Roque Pérez dijo...

Muchas gracias estimada "Quimera" por su comentario informativo, cuya interpretación desconocía.

Si me sigue, podrá observar que casi todos mis artículos son ensayos literarios religiosos en los que se pueden expresar distintos puntos de vista,dentro de la ortodoxia.

Con ellos pretendo hacer lo de un buen cocinero que teniendo los mismos productos, consigue varios platos apetitosos, digestivos que gusten y sobre todo que alimenten,EN LOS MIOS,espiritualmente, cosa que estoy consiguiendo por los comentarios que me hacen en alguno de los 372 publicados