lunes, 25 de octubre de 2010

¿UN ESCÉPTICO DE IZQUIERDAS PUEDE CREER EN DIOS?

Esto lo consiguió el célebre escritor Italiano Vittorio Messori, según cuenta en su libro “¿Por qué creo?”

“Consideraba el doctorado como un paso para entrar en la lucha de la vida verdadera y comenzar finalmente a ver cómo se me daba cosa en el mercado de la industria cultural y al mismo tiempo con cierto compromiso político con los partidos de la izquierda laica.”

Era un joven de veintitrés años que no se atormentaba por la búsqueda de una Verdad con mayúscula, en cuya existencia no creía, y que más bien, la temía como fuente de todo fanatismo y totalitarismo, era un realista extraño a toda tentación espiritualizante, un individualista escéptico.

Este joven,- de manera absolutamente imprevista y ni siquiera buscada - queda deslumbrado por una luz que lo impulsa irresistiblemente a cruzar un umbral, al otro lado del cual hay “otro” mundo.

Un mundo en el que lo invisible se hace visible y sobre el que reina Aquel que es adorado como Salvador y Redentor por aquellos cristianos, aquellos católicos hacia los cuales aquel muchacho sólo sentía hasta entonces extrañeza y desconfianza.

Me encontré inmerso en una atmósfera, que a falta de mejores palabras podría definir como “encantada” y absolutamente desconocida respecto a todo lo que conocía. Pero aquella atmósfera no me transportó a las nubes, sino que vino acompañada de una lucidísima concreción y de una voluntad férrea y con una energía que no conocía en mí y tuve que reconocerlo, una vez más, que no podía ser SÓLO MÍA.

Fue en resumidas cuentas una, unión de cosas opuestas, que después conocí, caracterizan la FE a cualquier nivel. En este caso, la inmersión en una dimisión “mística”, “sobrenatural”, me sentía en las nubes y al mismo tiempo con los pies sólidamente en la tierra.

Verifiqué también la VERDAD de las palabras de Jesús:

“He aquí que yo hago NUEVAS todas las COSAS”.

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