jueves, 18 de noviembre de 2010

¿QUÉ HA HECHO JESUCRISTO PARA SER ODIADO?

Partiendo de la base de que con el odio y la venganza no se consigue nada positivo, a lo más, satisfacer un sentimiento irracional, excitante con el riesgo de cometer una locura y que con frecuencia se vuelve contra uno mismo.

Si a Jesucristo se le considera como un hombre que hizo prodigios a cambio de nada, ni siquiera a la popularidad y al prestigio.

Perdonó sabia y cariñosamente a una mujer adúltera.

Mantuvo una conversación muy humana y sin enfrentamiento con una Samaritana, enemiga de los judíos.

Cuando antes de resucitar a Lázaro, vio que Marta, María y los acompañantes lloraban su muerte, se conmovió hondamente y se turbó de tal modo que los judíos exclamaron ¡Cómo le amaba!

Perdonó a una pública pecadora con el escándalo de los Fariseos.

Curó leprosos, ciegos, mudos, paralíticos y hasta devolvió la vida a los que estaban muertos.

Soportó el juicio condenatorio más manipulado, injusto y prevaricador de todos los tiempos.

Murió clavado en una cruz perdonando a sus verdugos.

Prometió al buen ladrón el Paraíso.

Nadie en su sano juicio se atrevería a odiar a Jesucristo por lo que hizo.

¿Se le odia porque predicó que no se podía matar, ni robar, ni mentir, ni calumniar, ni adulterar. En una palabra, que habría que ser honrado y BUENA PERSONA?

Y si después RESUCITÓ puesto que era DIOS y se apareció, no a los que le habían condenado, para vengarse, sino a unas mujeres y a unos discípulos tristes camino de Emaus.

No le reprochó a Pedro por sus tres negaciones y a los demás el que sólo le defendiera, precisamente, la mujer de Pilato.

¿Qué daño puede hacer a la vista de los niños que vean y sepan que ese hombre murió haciendo el BIEN?

Todo esto si sólo consideramos a Jesucristo como hombre.

Si resulta que es DIOS. ¿Qué odio o venganza CONTRA DIOS?

3 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Traer al hombre el nuevo mandamiento del amor, la reconciliación y la redención: él ha pagado por nuestro pecados.

Quimera dijo...

No se odia a Jesucristo; se odia a la Iglesia.

Roque Pérez dijo...

Muchas gracias estimado Sr. Espada y Quimera por leerme y molestarse en hacer muy acertados comentarios que son un buen complemento a mi artículo un tanto moderado a proposito.