miércoles, 2 de febrero de 2011

Una FE sin obras es VANA

“Si Cristo no resucitó VANA es nuestra FE.” esto es lo que dijo San Pablo; que demostró que su FE no fue VANA porque la AVALARON su predicación, sus obras, su martirio, y amó tanto a Jesucristo que dijo: “Vivo yo, ya no soy yo, es CRISTO quien vive en mí.” y “Deseo morir para estar con CRISTO.”

Por desgracia la FE de muchos que se llaman Cristianos y por lo tanto creyentes es completamente VANA porque no les acompañan sus buenas obras.

El Sadhu de la India Sandar Sing escribió el siguiente relato:

“Un día estaba sentado a la orilla de un río del Himalaya. Saqué del agua una piedra grande, hermosa y la partí. Su interior estaba completamente seco. Esta Piedra había estado mucho tiempo dentro del agua; pero el agua no había penetrado en ella. Lo mismo les está ocurriendo a los europeos.

Durante siglos han estado bañados por el cristianismo. No obstante, el cristianismo no ha penetrado en mucho de ellos. La culpa no es del cristianismo, sino de la dureza de sus corazones.”

Los que dicen ser creyentes; pero no practicantes, viven como piedras bañadas por las aguas del río sin que lleguen a disfrutar de las felicidades, aún terrenales, no digamos de las eternas, si esas creencias fueran acompañada de lo que Dios manda.

Si los creyentes practicantes no saben o no quieren salir de las aguas que hasta hace poco eran cristianas y que van a ser laicistas y quieran seguir siendo verdadero seguidores de Jesucristo, prepárense a sufrir toda clase de injurias, calumnias y persecuciones.

Nuca el discípulo podrá ser más que el Maestro; pero si hace las obras de Jesús con humildad, sin avergonzarse de llamarse Católico Apostólico Romano, tolerante sin claudicaciones, terminarán pudiendo decir lo que Juliano el Apóstata dijo a Jesucristo: “Venciste Galileo.”

Ayer, en una tertulia televisiva, Mario Conde, ante el hecho, por lo menos indignante, por no decir algo peor de que unos cuantos profesores ordenaron quitar un Crucifijo de la pared de una escuela, dijo:

“Yo soy creyente y para mí lo más importante es que no me LO quiten del corazón.” ¡¡Chapó!!

2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Estamos llamados a ser luz y sal; lo importante no es que todos seamos luz, sino que aquellos que lo son den verdadero testimonio de Cristo. Cristo está en la cruz, en la que cuelga de mi cuello y en todas las cruces, pero Cristo está fundamentalmente en los que sufren, en los pobres, y esos son cada día más abundantes.

Roque Pérez dijo...

Gracias Sr. Espada porque sus comentarios complementan mi artículo.