sábado, 26 de marzo de 2011

¿SE PUEDE VIVIR COMO UN CURA?

“Vives mejor que un cura”. Suele decirse.

Si fuera verdad, que los curas viven muy bien, estarían a tope los Seminarios, las Misiones, los Conventos y Monasterios.

“En verdad os digo que ninguno que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por amor al Reino de Dios, dejará de recibir mucho más en ESTE siglo y la vida ETERNA en el venidero”.

Como el joven suele tener el corazón sin estrenar, lleno de AMOR juvenil y abierto a todo, es la mejor tierra para recibir y aceptar la llamada de Jesucristo.

Son los que eligen voluntariamente una vida llena de renuncias, sacrificios para consagrarse, de por vida, al servicio de Dios y de los demás y no lo hacen pensando en lo de “Recibir mucho más en ESTE siglo y la vida ETERNA en el venidero”.

Este premio prometido por Jesucristo lo descubrirán pasados los años si han vivido siempre “El que a Dios tiene, nada le falta. Sólo DIOS BASTA” como decía Santa Teresa y aunque hayan pasado algunas “Noches obscuras del Alma”, que ni Jesucristo se libró de ellas, “La FE ilumina la noche”.

Dios, como compensación a que LE han consagrado lo mejor de sus vidas, cuando sean mayores, al no tener vínculos de sangre, se verán libres de infinidad de preocupaciones y responsabilidades personales y familiares.

Si las enfermedades o achaques les atormentan, el haber vivido siempre de FE y al pensar que “Cumplen con sus sufrimientos lo que le falta a la Pasión de Cristo” como decía San Pablo, sentirán un alivio desconocido.

No tendrán miedo a la muerte y hasta podrán desearla como San Pablo cuando dijo: “Cupio dissolvi et esse cum Christo”. Deseo morir para estar con Cristo.

A todos estos si que se les puede decir que “Viven mejor que un cura”, pero es una vida desconocida y despreciada por muchos.

A los que no han sabido, ni querido ser elegidos por Dios para vivir esta vida, les puede suceder todo lo contrario.

En la juventud mucho ja,ja, y más tarde, posiblemente, envidiar a los que viven como un cura.

Que se lo pregunten a tantos jóvenes en el paro, sin futuro y a padres de familia en la ruina con problemas y tragedias familiares, y no creo que les consuele mucho decir: “Que me quiten lo bailao”.

Todo esto es justo lo que nos puede pasar a todos según el sistema de vida que hayamos llevado.

Si no hemos sabido o querido llevar una vida como Dios manda en ESTE MUNDO no podremos quejarnos de que la OTRA vida sea un desastre.

5 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Mi párroco es profesor en un instituto de enseñanza media, de cuyo salario vive; luego tiene la ingente tarea de la parroquia, mientras el resto del profesorado disfruta de su tiempo libre. Mi párroco vive como un cura: entregado a su misión.

Quimera dijo...

Buenas noches,

Tal y como usted lo dice, Sr. Roque, ciertamente no tiene mucho sentido el hablar de lo bien que viven los curas.

Pero yo creo que el dicho tira más en el sentido de que un sacerdote va siempre a 'mantel puesto', tiene una serie de prebendas de las que carecemos el resto de los mortales, creo que lo educan para pensar que los demás estamos ahí para servirle y él no tiene más obligación que la de decir unas palabritas (muchos repiten el mismo discurso siempre) que se supone que nos tienen que compensar el servicio. En general, están muy malacostumbrados y no han oído hablar de algo llamado caballerosidad.

Es mi experiencia. Puedo estar equivocada al generalizar pero algo de eso sí hay.

Saludos.

Esperanza dijo...

Buenas tardes:

Discrepo totalmente de la Sra.Quimera porque mi experiencia es la contraria:los sacerdotes que he conocido y conozco son personas entregadas a ayudar a los demás y a mostrarnos las enseñanzas de Jesucristo.Renuncian a muchas cosas de la vida por una vida de servicio y ayuda.
Como en todos los grupos puede haber excepciones pero eso no descalifica a la mayoría.
Yo pido mucho a Dios para que no nos falten sacerdotes a quien acudir para todas nuestras necesidades espirituales y que nos enseñen la palabra de Dios.
En cualquier caso el Sr. Quimera se ha expresado con mucha corrección y lamento su mala experiencia.
Un cordial saludo

Milia dijo...

Totalmente de acuerdo con Esperanza. La mayoria de los sacerdotes son personas entregadas y generosas. Las excepciones no deberian confundirnos, es verdad que un mal ejemplo de un sacerdote se magnifica y hace daño pero la generalización es injusta.
Mi experiencia es de buen ejemplo y en muchos casos de deuda por su ayuda y generosidad.
Pido a Dios un nieto buen sacerdote.

Roque Pérez dijo...

Creo y espero que si se toman la molestia de leer mi artículo publicado el 13 de Abril 2009 ¿Cómo y cuándo se celebró la primera Misa? encontrarán algo de respuesta a sus subjetivos y educados comentarios.
Un saludo agradecido.