martes, 19 de abril de 2011

¿Por qué es tan ODIADO EL CRUCIFIJO?

Cuenta la leyenda que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.

Esta huía rápida de la feroz serpiente; pero el reptil no desistía.

Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía.

Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo:

¿Puedo hacerte tres preguntas?

No acostumbro a darle este privilegio a nadie; pero como te voy a devorar, puedes hacerlo, – contestó la serpiente.

-¿Pertenezco a tu cadena alimentaria? – dijo la luciérnaga
- No – contestó la serpiente.
-¿Te hice algún mal?- No- contestó la serpiente.
-Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?

-¡Porque no soporto verte brillar!

Si todos esos crucifijos ignorados y colgados de tantas paredes pudieran hacerle las siguientes preguntas a los que quieren que desaparezcan. ¿Qué responderían?

¿Acaso he sido un tirano, que he abusado de mi poder estando clavado en una cruz cuando sólo hice el bien?

¿Es que no puedo servir de ejemplo para que vuestros hijos aprendan a ser buenos, honrados y trabajadores?

¿Qué culpa tengo yo de que muchos que se llaman seguidores míos me enarbolen para ocultar sus pecados y fechorías?

¿Es paradójicamente tan grande mi PODER desde esta CRUZ que os sentís injustamente tratados?

Si fueran sinceros y olvidaran muchos prejuicios, nos le moviera un injusto odio y fueran un poco razonables, se quedarían sin respuestas.

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