miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Por qué no podemos VER a DIOS, YA?

Esta pregunta es posible que se la puedan hacer los que teniendo tantas ganas de ver a Dios que no se conforman con que LO verán cuando mueran y aunque estén deseando “Morir para estar con Cristo” como lo deseaba San Pablo, LO querrían ver YA.

Dios, a veces, a estos que LE aman así en este mundo, los retiene aquí abajo porque le complace sentirse amado sin ser VISTO ya que es un amor sin respuesta VISIBLE.

Cuando LO VEAN se dará el amor RECIPROCO y por toda la eternidad.

También la pueden formular, precisamente los no creyentes y no por el deseo de VERLO, que, posiblemente, no les convendría al verse obligados a cambiar de pensamiento y comportamiento, sino como argumento y propio convencimiento de que Dios no existe, ya que si Dios es tan importante en nuestras vidas, debería MOSTRARSE para que LE conociéramos y LE pudiéramos amar.

¿Quién ha conseguido VER el sol sin las gafas adecuadas y no ha sufrido daño en los ojos?

Para VER a Dios, tenemos que morir como TRIBUTO para conseguir lo ÚNICO importante.

Al que metiéndolo en una habitación completamente a obscuras jamás podrá decir que allí no había NADA porque no VEA los muebles con los que se dará trompazos.

Por eso dijo San Juan tan categóricamente que: “A DIOS nadie LO ha visto” porque mientras estemos en la tierra es como vivir en una habitación enorme; pero siempre a OBSCURAS.

Si somos conscientes y RAZONABLES no podremos negar que en medio de esa OBSCURIDAD no podremos evitar ir dándonos trompazos con todas las maravillas que Dios ha CREADO para nuestro bien.

Ningún artista o prohombre podrá decir, al darle forma a cualquier obra artística sea escultura, pintura, sinfonía, escritura etc, que la ha CREADO porque lo que realmente ha hecho ha sido aglutinar diversos elementos ya EXISTENTES resultando algo NUEVO y desconocido: pero nunca que lo ha CREADO de la NADA porque sólo Dios lo puede hacer.

sábado, 24 de septiembre de 2011

No es lo mismo NO CREER, que no QUERER creer en Dios

Una persona tendrá todo el derecho del mundo de no CREER en La existencia de Dios si después de profundos estudios científicos, filosóficos, teológicos, históricos, sociales, religiosos, o al no tener esa capacidad de trabajo e inteligencia; recurre a los especialistas en la materias, no dejándose engañar ni manipular y con el mismo deseo y honradez para alcanzar la VERDAD, llega a la CERTEZA, aunque sólo sea subjetiva, de que Dios no existe.

El que haya llegado así a esa CERTEZA, admitiendo que es subjetiva y por lo tanto sujeta a ERROR, estará muy cerca de que Dios le conceda el DON de la FE.

Lo más triste, trágico e IRRACIONAL que le puede suceder a una persona es el no QUERER creer en la existencia de Dios por los múltiples motivos personales, sociales, tragedias y reveses de la vida o porque no le convenga creer en un Dios JUSTO que en su día le pueda pedir cuentas.

Los hay que el QUERER creer en Dios lo van dejando y dejando y al final esperan que antes de morir tener tiempo de creer, arrepentirse y salvarse. A Dios nadie le engaña.

Todavía hay algo más triste e incomprensible como es el de los muchos que se dicen creyentes y no practicantes porque no se han molestado en conocer más a ese Dios, en el que dicen que creen y sus vidas no concuerdan con lo que Dios manda.

También los hay creyentes cuyas prácticas son tan rutinarias y superficiales que en nada le ayudan a conocer y amar íntimamente a Jesucristo que es Dios y a la Virgen que es nuestra madre.

A todos estos puede que les suceda lo que cuenta San Lucas en el capítulo 13:

“Recorría Jesús ciudades y aldeas enseñando y siguiendo su camino hacia Jerusalén.

Le dijo uno: Señor ¿Son POCOS los que se SALVAN?

El le dijo: Esforzaos a entrar por la PUERTA ESTRECHA, porque os digo que muchos serán los que busquen entrar y no podrán; una vez que el amo de casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: Señor, ábrenos.

El os responderá. No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas.

El dirá: Os repito que no sé de dónde sois. Apartaos de mí todos, obradores de iniquidad. Allí habrá llanto y crujir de dientes.”

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Jesucristo, ¿NOS CONQUISTA O NOS AMA?

Toda nuestra vida, sea larga o corta, está empedrada de conquistas y derrotas. Vivimos deseando conseguir un buen empleo, crear una familia, ser famoso e importante y por lo tanto CONQUISTAR fama, admiración y en el fondo lo que buscamos es el AMOR que todo lo sublima.

El amor no se conquista, porque CONQUISTAR implica ataque, violencia, o abuso de poder.

El amor es algo que emana, surge silenciosamente y es él el que nos conquista, nos zarandea y a veces, por ser unos amores incontrolados o engañosos arruinan nuestras vidas.

Qué fácilmente nos dejamos conquistar por el primero que nos halaga, nos engaña, nos manipula y al final nos esclaviza.

Jesucristo no quiere conquistarnos, lo que quiere es que BROTE en nosotros un amor verdadero hacia ÉL.

Siendo Dios nos podría haber exigido ese amor o habérnoslo comprado con su vida; pero como el amor tampoco se compra, lo hace a través de la compasión y el agradecimiento que hacia ÉL debería surgir en nosotros.

Al que no le BROTE en su corazón algo de compasión, agradecimiento y admiración por todo lo que Jesucristo sufrió por AMOR a él, es que, o no LE ha conocido, o es duro de corazón, un desagradecido y por lo tanto no debería ser amado por Jesucristo.

Cuando SINTAMOS en nuestro corazón ese BROTE de amor hacia ÉL, será la señal inequívoca, de que el amor que Jesucristo nos tiene es muy SUPERIOR al que sentimos por ÉL.

Entre todos los sentimientos humanos, que nos traen y nos llevan, ¿existe alguno que nos DIGNIFIQUE y nos haga más felices, como el SENTIRSE amado nada menos que por Jesucristo que es todo un DIOS?

domingo, 18 de septiembre de 2011

¿TIENE DIOS DERECHO A CASTIGARNOS?

Si nos ha creado a su imagen y semejanza, ¿Por qué nos permite desfigurarla tantas veces?

Dios al crearnos nos hizo PARTÍCIPES de su ESENCIA que no es otra que el AMOR y la LIBERTAD.

Adán y Eva fueron LIBRES y la usaron en contra de Dios.

Dios, con todo el derecho del mundo, les podría haber quitado el don de la Libertad porque LE desobedecieron, no reconocieron su error ni LE pidieron PERDÓN y encima pensaron en llegar a ser como Dios.

Dios los castigó abriéndole un campo más amplio de acción para usar su libertad; pero fuera ya del Paraíso y lejos de SU presencia.

Esto nos puede suceder cuando un hijo quiere disfrutar de MÁS LIBERTAD y no quiere vivir bajo la protección paterna para vivir una vida de libertinaje.

El padre siempre tendrá el derecho a castigarlo; pero si vuelve ARREPENTIDO, no sólo lo perdonará sino que lo abrazará con todo el cariño del mundo.

Los que no crean en la existencia de Dios, LE ignoren y hasta LE odien, no crean que Dios los castigará, se castigarán ellos porque ni Dios puede OBLIGARLE a que LE amen eternamente.

Es muy triste y al final trágico que los que vivan al margen o en contra de Dios y sintiendo la muerte pisándole los talones, enquistados en su ignorancia y soberbia no sean capaces de decir:

“Dios mío, si existes y TE he ofendido, PERDÓNAME”. Así de fácil.

El que haga esto, sepa lo que dijo Jesucristo:

“Yo os digo que en el Cielo será mayor la alegría por un pecador que haga penitencia que por noventa y nueve justos que no necesitan de penitencia”. (Lc.cp.15).

miércoles, 14 de septiembre de 2011

LA VIDA TERRENAL ES UN GRAN ENSAYO DE LA ETERNA.

Vivimos tan enfrascados en consumir nuestra vida, buena o mala, que nos olvidamos que sólo es un ensayo para la GRAN VIDA.

Es hasta razonable que nos olvidemos que existe la ETERNIDAD, dado que la vida es, muchas veces, un tan sin vivir que no nos deja reflexionar.

A veces, nos consolamos pensando “No hay mal que cien años dure”.

Qué pocas veces pensamos que seremos ETERNOS.
Que existen en la vida de cada uno TRES etapas ineludibles.
Que Dios nos dio la vida sin CONTAR con nosotros.
Que cuando lo cree oportuno, nos la QUITA.
Y que nos dará otra vida infinitamente MEJOR.

Por la teoría del Hilemorfismo, la MATERIA puede ser dividida, en teoría, hasta el infinito y por la Ley de la Entropía no desaparece, se TRANSFORMA, por lo tanto aun la MATERIA puede ser ETERNA porque sólo Dios puede hacer que vuelva a la NADA.

Si la MATERIA puede ser eterna, nosotros que somos también espíritus y creados a imagen y semejanza de Dios, no podremos desaparecer sino que al aplicarse la Ley de la Entropía, seremos transformados en espíritus Puros.

Y por la teoría del Hilemorfismo nos convertiremos en algo infinito y ETERNO para bien o para mal.

En este gran Teatro del Mundo cada uno tiene que desempeñar e interpretar el papel que Dios le ha designado, sabiendo crecer y desarrollarse en donde a cada uno le haya tocado vivir.

El Oscar concedido a un Extra tiene los mismos quilates de oro que el concedido a un famoso Protagonista de la película.

Dios da la VIDA ETERNA a todo el que haya interpretado su papel siguiendo las instrucciones del director que en este caso es Dios.

No todos podrán disfrutar por igual porque no todos tendrán la misma capacidad de recepción como tampoco tuvieron los mismos trabajos, tiempo y dificultades en su interpretación.

Cuando a un Santo, ya en la Gloria, le haga ver Dios, como en una película, toda su vida terrenal sentirá más felicidad que el que vea la suya habiéndose salvado por los pelos.

Los que hayan sido martirizados por AMOR a Cristo, quedarán borradas con su sangre todas las escenas que ellos no hubieran querido protagonizar porque el AMOR lo borra todo.

Todo el que quiera que en la película que Dios les pueda proyectar de su vida terrenal no aparezcan escenas no deseadas, que empiecen ya a AMAR mucho a Jesucristo y a la Virgen para que sean sus CENSORES.

Los que en su película puedan contemplar el mucho bien que han hecho a los demás con sus trabajos, investigaciones, descubrimientos y el placer estético y espiritual que siguen dando sus maravillosas obras artísticas, aunque hayan muerto en la miseria y anonimato, también disfrutarán más que el que se ha salvado sin pena ni gloria.

domingo, 11 de septiembre de 2011

SI DIOS ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS. ¿Para qué tantos templos e imágenes?

“Preguntado Jesús por los fariseos acerca de cuándo llegaría el reino de Dios, dijo: No viene el reino de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está DENTRO de vosotros.” (Lc. Cap. 17)

Queda bien claro porque son palabras de Jesucristo que efectivamente Él ESTÁ dentro de nosotros.

Una persona puede ESTAR día y noche en una casa y ser ignorada porque no pinta nada en ese hogar o ser tan importante que al no saber cómo tratarlo se le rehuye y si no hay comunicación no se le puede SENTIR.

Dios puede ESTAR dentro de nosotros; pero si no lo SENTIMOS porque no somos conscientes de su PRESENCIA, no nos sirve de nada, es como si no ESTUVIERA.

La actuación benéfica de Dios empieza cuando LO SENTIMOS.

Para SENTIR un placer estético ante una obra maravillosa, como podría ser un buen cuadro, un atardecer, escuchar una buena sinfonía, etc. hay que tener la mente casi en blanco para que pueda penetrar y sentir ese placer.

Todos sabemos lo difícil que es concentrarse en nuestro interior para SENTIR la presencia de Dios, viviendo la vida tan ajetreada y superficial.

Para eso la Iglesia construye los templos, capillas e imágenes, en donde se pueden dar las circunstancias y el ambiente de retiro, silencio para ENTRAR en el “Hondón del alma” como decía San Teresa.

Lo más triste es que muchas veces entramos en un templo o capilla buscando a Dios y nos salimos sin ÉL porque no hemos tenido sosiego, y sí mucha prisa y como para cumplir.

Un Padrenuestro rezado PENSANDO en lo se pide aprovecha más que un rosario distraído.

Por eso la Santísima Virgen ha pedido, en todas sus apariciones, que se le construyera una capilla y nos ha mostrado su IMAGEN.

Aunque la IMAGINACIÓN es la “loca de la casa” como la llamaba Santa Teresa, es la única que nos puede ayudar para que SINTAMOS a Dios dentro de nosotros.

Los enamorados tienen la IMAGEN de su amada tan grabada en su imaginación que casi la sienten y miran su foto siempre que pueden.

Los que quieran SENTIR a Dios en su interior, tendrán que grabar en su IMAGINACIÓN la imagen de Cristo o de la Virgen que hayan contemplado con cariño en cualquier iglesia o capilla.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Vivimos DOS gestaciones y UN alumbramiento

En nuestra única MADRE se está gestando, durante nueve meses, nuestro maravilloso, minucioso, completo, complicadísimo y misterioso organismo sin nuestro CONSENTIMIENTO ni cooperación.

Al nacer nos acoge nuestra madre la TIERRA en donde seguiremos GESTANDO, nuestra vida y personalidad durante tres etapas, siendo cada uno el único artífice y responsable de que esa gestación sea la adecuada para que se al final de lo TEMPORAL se vea una LUZ ETERNA.

En la primera etapa, que es la Infancia, apenas participamos porque vivimos una gestación pasiva.

En la segunda, al acumularse en la Juventud y Madurez toda clase de fortunas e infortunios, subidas y bajadas externas y sobre todo internas y que es donde se gestará el auténtico ser humano, habrá que vivirla con auténtica responsabilidad aceptando y cuidando la VIDA que aunque sea el DON más preciado que DIOS y nuestros PADRES nos dieron sin nuestro CONSENTIMIENTO, no nos concede el DERECHO de que no la quitemos o permitamos que no la quiten porque Dios sigue siendo el DUEÑO absoluto.

Aquí no se puede cumplir aquello de “Santa Rita, Rita lo que se da no se quita”. Sólo Dios que nos ha DADO la vida TEMPORAL es el único que nos la puede quitar para darnos la ETERNA.

En la TERCERA EDAD, ya sin retorno, con el tiempo que apremia, habrá que corregir pasados errores y conseguir el bagaje adecuado para el último viaje.

“Dios que te CREÓ sin ti, no puede SALVARTE sin ti”. (San Agustín)

¿Por qué Dios no puede SALVARNOS sin nuestro consentimiento?

Porque ni Dios puede OBLIGARNOS a que participemos ETERNAMENTE de su ESENCIA que es el AMOR si nosotros no le hemos AMADO durante nuestra gestación terrenal.

Sólo puede darse el AMOR entre Dios y nosotros, cuando es RECÍPROCO.

sábado, 3 de septiembre de 2011

¿POR DÓNDE SE ENTRA EN LA IGLESIA?

Esta pregunta se le hacia, alguna que otra vez, al examinando, un tanto en broma para que ingenuamente respondiera categóricamente: Por la puerta.

No, respondía sonriente el maestro: Se entra por el Bautismo.

Efectivamente para recibir la carta de ciudadanía de la Iglesia de Cristo se debe recibir el Bautismo y adquirir una especie de pasaporte que le dará entrada en todas las comunidades católicas del mundo.

Dios, sin contar con nosotros, y con la cooperación amorosa y altamente gratificante de nuestros padres nos da la VIDA.

Aunque haya mucho placer carnal en la concepción de esa Vida, también está sublimado por el AMOR de dos corazones que laten al unísono. Todo ese proceso es tangible.

La vida que es INVISIBLE y misteriosa porque es Espíritu y como sólo la puede DAR Dios, quiere hacer acto de presencia con algo TANGIBLE como es el BAUTISMO con su liturgia.

“Id, pues y haced discípulos a todas las gentes BAUTIZÁNDOLAS en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que yo es mandado”. Dijo Jesucristo.

“Convertíos y que cada uno de vosotros se haga Bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.

¿Pero que pecado ha cometido el recién nacido para ser Bautizado?

El Bautismo que recibe el recién nacido perdona el pecado ORIGINAL que no es un acto COMETIDO sino un ESTADO adquirido o heredado de Adán y Eva.