miércoles, 21 de septiembre de 2011

Jesucristo, ¿NOS CONQUISTA O NOS AMA?

Toda nuestra vida, sea larga o corta, está empedrada de conquistas y derrotas. Vivimos deseando conseguir un buen empleo, crear una familia, ser famoso e importante y por lo tanto CONQUISTAR fama, admiración y en el fondo lo que buscamos es el AMOR que todo lo sublima.

El amor no se conquista, porque CONQUISTAR implica ataque, violencia, o abuso de poder.

El amor es algo que emana, surge silenciosamente y es él el que nos conquista, nos zarandea y a veces, por ser unos amores incontrolados o engañosos arruinan nuestras vidas.

Qué fácilmente nos dejamos conquistar por el primero que nos halaga, nos engaña, nos manipula y al final nos esclaviza.

Jesucristo no quiere conquistarnos, lo que quiere es que BROTE en nosotros un amor verdadero hacia ÉL.

Siendo Dios nos podría haber exigido ese amor o habérnoslo comprado con su vida; pero como el amor tampoco se compra, lo hace a través de la compasión y el agradecimiento que hacia ÉL debería surgir en nosotros.

Al que no le BROTE en su corazón algo de compasión, agradecimiento y admiración por todo lo que Jesucristo sufrió por AMOR a él, es que, o no LE ha conocido, o es duro de corazón, un desagradecido y por lo tanto no debería ser amado por Jesucristo.

Cuando SINTAMOS en nuestro corazón ese BROTE de amor hacia ÉL, será la señal inequívoca, de que el amor que Jesucristo nos tiene es muy SUPERIOR al que sentimos por ÉL.

Entre todos los sentimientos humanos, que nos traen y nos llevan, ¿existe alguno que nos DIGNIFIQUE y nos haga más felices, como el SENTIRSE amado nada menos que por Jesucristo que es todo un DIOS?

No hay comentarios: