sábado, 29 de octubre de 2011

¿Cómo serán EL PURGATORIO, EL CIELO y EL INFIERNO?

Quien tenga curiosidad por conocer los fenómenos paranormales, lea el libro “Crónicas del MÁS ALLÁ” publicado en Atanor Ediciones S.L. por la periodista Sol Blanco-Soler, miembro de la Sociedad Española de Parapsicología y del grupo Hepta para la investigación de los fenómenos paranormales y que colaboró con el Jesuita Padre Pilón, en quien pude comprobar, puesto que estudiamos juntos Teología en Granada, que era algo más que un eminente Zahorí y Parapsicólogo.

El Padre Gemelli, famoso físico, fundador de la Universidad Católica de Milán y al Padre Benedictino Pellegrino Ernetti, haciendo unos experimentos para grabar cantos gregorianos en un magnetofón de hilo, una de las veces, el Padre Gemelli exclamó: “Papá ayúdame” Acostumbraba a evocar a su padre, fallecido hacía años, siempre que le asaltaba una dificultad.

Cuando más tarde Gemelli y Ernetti rebobinaron la cinta y trataron de escuchar los cantos gregorianos ya filtrados, se quedaron de una pieza. La voz del padre de Gemelli sonó con claridad: “Pues claro que te ayudo ¡Siempre estoy contigo!”

Los dos frailes consideraron importante contar su experiencia al entonces Papa Pío XII que así les respondió:

Tranquilícense, este es un hecho estrictamente científico y no tiene nada que ver con el espiritismo, el magnetofón es un aparato objetivo que no puede sugestionarse, capta y graba las vibraciones sonoras de donde quiera que vengan.

Esta experiencia tal vez indique el comienzo de un nuevo estudio científico para confirmar la FE en el MÁS ALLÁ.

Escrito esto, voy a transcribir lo que se dice en “Crónicas del MÁS ALLÁ.

SOBRE EL PURGATORIO

El alma sabe que no es digna de la gran Luz porque ve toda su miseria y la pequeñez de su bagaje de obras. Es por eso que permanece durante un cierto periodo de tiempo en un estado de purificación.

A medida que esta purificación avanza, el alma se eleva cada vez más y entra en la beatitud que no es todavía el Paraíso reservado a las grandes almas o aquellas que han alcanzado la purificación.

Él se encuentra encima de nosotros y le elevamos plegarias. Es maravilloso verLO aún de lejos. Uno espera acercarse a ÉL algún día; pero es necesario tener paciencia y trabajar mucho en su seno antes de que sea posible llegar a su lado.

Daniel Chumillas, además de ser instructor de los cursos Monroe, es psicoterapeuta y miembro del equipo Hepta. Aporta el grupo su capacidad de ponerse en contacto con otros niveles de existencia. En definitiva, es médium.

Daniel estuvo tratando a un niño de siete años que tenía leucemia. Cuando Daniel estaba más contento con su recuperación, una caída fatal arrebató al niño de esta vida. Pocos días después, el niño se apareció a Daniel y, sorprendentemente, lo primero que le dijo fue: Dile a mi madre que no tire mi jersey rojo, el que tiene la manga raída. Está en el cajón de de abajo del armario de cuarto. Estoy bien – siguió diciendo – estoy contento, sólo me preocupa el dolor de mis padres.

Cuando Daniel cuenta la experiencia, la madre se echa a llorar y le enseña el jersey rojo, viejo y mordisqueado en la manga por su hijo.

Para esta madre era la certeza de que no había perdido totalmente a su hijo y la esperanza de un reencuentro.


SOBRE EL INFIERNO.

El Hermano Francisco, médium de la Comunidad Espírita El Gran Corazón de Murcia, fue guiado en uno de sus viajes astrales por un espíritu para que se asomara a los niveles inferiores del Astral.

La visión le dejó aterrado. Y entonces su guía, sacándole del horror, le explicó:

Esto que ves es producto de sus mentes atormentadas, pues sus propios pensamientos crean la imagen de ese estado que ahora poseen, debido al resultado de sus actos delictivos en el mundo humano.

Aquellos que hacen sufrir a los niños o a las personas mayores tendrán un Más Allá terrible. No tenemos ningún derecho a hacer sufrir a seres indefensos. Este pecado de crueldad y de maldad se paga muy caro. No lo olvidéis.

Dejadme olvidar tan solo un rato. Libertadme de mis pensamientos y de esta horrible oscuridad.

Solamente los peores actos seguidos de una ausencia total de remordimientos pueden llevar a un alma hasta esas esferas.

Esta región astral inferior no es sitio de belleza y dulzura. Es un estado creado por los pensamientos, palabras y actos de quienes provocaron dolor y sufrimiento en la Tierra. En este nivel no existe refugio para el alma atormentada que trata de escapar de su propia vileza.

Allí no hay bondad, ni amistad ni amor. Las debilidades humanas normales no son alimento para el infierno. Es extremadamente raro que un alma vaya a esos reinos porque el más mínimo indicio de pesar te libera de esa condena. Sólo el arrepentimiento será capaz de disolver como un azucarillo ese estado de conciencia inicial.


SOBRE EL CIELO.

En el Paraíso donde me encuentro reinan el perfecto Amor y la armonía universal, manifestada por una gloria de luz radiante, vibrante de Energías vitales que llenan el alma de sentimientos agradables y de suprema alegría.

El Paraíso no se alcanza inmediatamente después de la muerte, sino cuando la evolución del alma es completa y consiste en ver a Dios cara a cara.

Para mí es un lugar de paz absoluta y exquisita emoción. La calidez no es sólo externa, sino que forma parte de uno. La propia percepción se ve fascinada y abrumada por el Entorno Perfecto. Cuando ÉL pasa, no hay movimiento ni pensamiento, todo se queda inmóvil, pleno y completo.

Richard Long, agnóstico y ateo, se comunicó con su mujer a través de la médium María Moreno para decirle:

El alma nunca muere. Donde estoy he descubierto que hay un Dios y he encontrado eso que no conocía antes: la paz de la mente.

Aquí se sabe y se acepta fácilmente la existencia del Padre, el creador de todo cuanto existe o ha existido. Cada uno es una de sus innumerables creaciones. Se es feliz sencillamente por hallarse en el Sitio Idóneo, donde se está verdaderamente a gusto.

Sí mamá os tenéis que alegrar, porque aquí en la eternidad, cuando nuestro espíritu está totalmente elevado, terminaremos fundiéndonos en la Luz Divina, junto al Señor, nuestro Dios.

Para nosotros que vivimos en los niveles blancos, Dios es una Realidad, una Luz y una Voz. Sus rayos luminosos lo inundan todo. Nadie de los que vivimos en las esferas blancas ha visto a Dios. Quiero decir en su totalidad, porque vemos su luz y escuchamos su voz; pero no tenemos acceso al nivel en que ÉL está. Algunos lo llaman Dios, y otros Alá o Brahman. Es el mismo para todos. Le llamamos Dios para facilitar la comprensión; pero estamos en presencia de una poderosa fuerza cósmica, que todo lo abarca, que todo lo rige. Esta fuerza es amor, armonía, justicia, sabiduría y perdón.

Dios es una conciencia que está en todas partes y se hace sentir por doquier. El espíritu va despertando en conciencia divina a medida que va ascendiendo de plano. De ahí que, a mayor ascenso, mayor grado de conciencia, comprensión y percepción de Dios.

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