sábado, 22 de octubre de 2011

¿EXISTE EL MÁS ALLÁ?

Quien tenga curiosidad por conocer los fenómenos paranormales, lea el libro “Crónicas del MÁS ALLÁ” publicado en Atanor Ediciones S.L.por la periodista Sol Blanco-Soler, miembro de la Sociedad Española de Parapsicología y del Grupo Hepta para la investigación de los fenómenos paranormales y que colaboró con el Jesuita Padre Pilón, en quien pude comprobar, puesto que estudiamos Teología, juntos en Granada, que era algo más que un eminente Zahorí y Parapsicólogo.

Voy a transcribir una de las muchas “Crónicas del MÁS ALLÁ”:

EL CASO DE BELLINE.

Belline, después de muchos años de experiencias como médium, tuvo la desgracia de perder a su hijo Michel en un trágico accidente de tráfico.

Pasó por el sufrimiento natural del duelo hasta que un día, angustiado por el dolor y viendo que su mujer no era capaz de superar la prueba, llamó mentalmente a Michel y este le contestó, y el padre reconoció la voz del hijo.

Durante varios meses se estableció un diálogo entre los dos:

Belline: ¿Existe vida en el Más Allá, Michel?
Hijo: Inimaginable para vosotros.

Belline: ¿Volveremos a encontrarnos?
Hijo: Volveremos a encontrarnos, papá. Ahora tengo una mansión de luz. Algún día será todavía mejor.

Belline: ¿Qué es ese Más Allá?
Hijo: Otro mundo, un sueño. Indescriptible con palabras. Un lenguaje. Movimiento, transparencia, ideas…

Belline: ¿Cómo se efectúan nuestras comunicaciones?
Hijo: Tú emites ondas y yo las recibo.

“No soy un enfermo ni un fanático – escribe Belline -. Mi existencia no puede ser más sencilla ni menos exaltada. No pertenezco a ninguna religión formal, a ninguna secta dogmática. No soy espiritista. Podría decir que me debato solo con Dios, sin poder definirlo. Soy un creyente sin definición.”

Para Belline, lo esencial es pasar el mensaje.

“Mi sinceridad – asegura – puede abrir la vía para otros diálogos, lo que hará que la ciencia tenga que enfrentarse seriamente con estos testimonios.”

LAS PSICOFONÍAS.

Todo empezó el 12 de Junio de 1.959, en las afueras de Estocolmo (Suecia) cuando Friedrich Jürgenso grababa cantos de pájaros para sus documentales de arte.

Al escuchar las cintas comprobó que los cantos de los pájaros se alternaban con voces de personas que le llamaban por su nombre.

Una de las veces escuchó la voz de su madre: “Friedel, mi pequeño Friedel, ¿puedes escucharme?

Pronto Jügersón se dedicaría por entero a las voces, porque la evidencia se impuso; recibía con claridad y en directo mensajes del Más Allá.

Se cuenta en la re vista Astra que, en 1.952, el Padre Gemelli, famoso físico, fundador de la Universidad Católica de Milán, acompañado por el también físico, el padre benedictino Pellegrino Ernetti, estaban haciendo unos experimentos para grabar cantos gregorianos en un magnetófono de hilo.

Una de las veces, el padre Gemelli exclamó: “Papá, ayúdame”. Acostumbraba a evocar a su padre, fallecido hacía años, siempre que le asaltaba una dificultad.

Cuando más tarde Gemelli y Ernetti rebobinaron la cinta y trataron de escuchar los cantos gregorianos ya filtrados, se quedaron de una pieza.

La voz del padre de Gemelli sonó con claridad: “Pues claro que te ayudo. ¡Estoy siempre contigo!

En aquella época, el Papa era Pío XII, y los dos frailes consideraron importante contarle su experiencia.

El Santo Padre les escuchó con atención y les contestó:

Tranquilícense, este es un hecho estrictamente científico y no tiene nada que ver con el espiritismo; el magnetofón es un aparato objetivo que no puede sugestionarse, capta y graba las vibraciones sonoras de donde quiera que vengan.

Esta experiencia tal vez indique el comienzo de un nuevo estudio científico para confirmar la FE en el MÁS ALLÁ.

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