Es
lógico que muchos anden deseando hacerse ricos por las buenas o por las malas
sin calibrar las funestas consecuencias.
Prefieren
gozar del momento presente, cueste lo que cueste.” “Comamos y bebamos que mañana moriremos” CARPE DIEM.
Ese pájaro que ya tienen atrapado se les puede corromper y
morir en las manos y con ello perder toda ILUSIÓN que es lo más bonito de la vida porque ya no esperan los cien
volando, ya que nunca creyeron que podrían existir.
El que sea creyente de verdad tendrá que pensar y
desear más en esos cien pájaros volando
aunque sin despreciar ese otro pájaro, siempre y cuando se les venga voluntariamente
a la mano, o lo alcance con trabajo y honradez.
Muy pocos quieren ser santos porque creen que eso exige
muchos sacrificios y privaciones.
Un Magnate muy poderoso, al querer elegir a los más
inteligentes y fieles colaboradores, hizo lo siguiente:
Les confió un maletín lleno de billetes, cuyo peso tendrían que soportar durante un largo tiempo
y por el único camino diseñado hasta llegar al banco que se los harían
efectivos.
Unos cansados de caminar tanto tiempo por un camino escabroso,
solitario, teniendo que soportar fríos y
calores y dudando de que el maletín contuviera los famosos billetes, lo abrieron y
cayeron en la tentación de gastárselos por otros caminos; pero los billetes
resultaron falsos.
Otros
más inteligentes y fieles soportando toda clase de penurias, no dudando de su jefe y rechazando
la tentación de abrir el maletín, llegaron a su destino y se encontraron con un
buen capitalito para poderlo disfrutar todo el resto de sus vidas.
Dios nos concede a todos, queramos o no, una vida cargada de
trabajos y dificultades para que durante
un largo o corto periodo de tiempo las tengamos que soportar caminando siempre
por el recto camino y rechazando los muchos pájaros envenenados que se nos puedan
venir a las manos sin meterse jamás por atajos más placenteros.
Muchos viven su perra vida indignados,
cabreados, echando la culpa de sus males a Dios y a todos bicho viviente, en
una palabra viven su vida RABIANDO porque no aceptan el sufrimiento y las
adversidades.
Los que aspiran a ser SANTOS para alcanzar aun en ESTA VIDA una cierta
felicidad y no digamos la del MÁS ALLÁ, tendrán que aceptar con alegría,
resignación y sobre todo con plena FE y CONFIANZA cuanto la DIVINA PROVIDENCIA
les vaya ofreciendo, bueno o malo, sabiendo que todo será para su bien.
¿De qué le serviría DESCONFIAR de Dios marcándose su propio camino y renegando
de todo?
Es verdad que VIVIR SANTAMENTE exige muchos sacrificios;
pero merece la pena pagar ese tributo para tener siempre a Dios al LADO DE UNO.
¿Existe mayor seguridad, mejor compañía y más
poderoso BENEFACTOR?
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