sábado, 12 de mayo de 2012

Hasta los CABELLOS de nuestra cabeza los tiene DIOS CONTADOS

        ¿No parece exagerada esta afirmación de Jesucristo?

También nos podría parecer exagerada y en apariencia, innecesaria  toda su maravillosa CREACIÓN.

         ¿Para qué tantos millones de Galaxias  con millones de soles, planetas, estrellas, cometas, asteroides etc. que se desplazan a velocidades endiabladas sin chocar y entre espacios siderales?

         Todas esas obras de arte salieron de las MANOS de Dios, pero NOSOTROS salimos de su propia ESENCIA, el AMOR.

         El AMOR abarca y exigen tanto cuidado que al decir que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados, quiere decirnos a TODOS y a cada UNO de los seis mil quinientos millones de humanos, que nos lleva en su corazón de PADRE.

         Jesucristo dijo: “No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

         Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro PADRE celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?

         Buscad, pues, primero el REINO y su JUSTICIA y todo eso se os dará por añadidura”.

         También dijo: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi PADRE le amará y vendremos a él y en él HAREMOS MORADA.

         Todo esto  que nos podría parecer una EXAGERACIÓN y una IMPOSIBILIDAD, es la felicísima REALIDAD misteriosa de que Jesucristo está presente en la EUCARISTIA, cuando claramente prometió:

         “El que COME mi carne y BEBE mi sangre, MORA en mí y YO en él”.

         Y el que PROMETE tal cosa es nada menos que todo un DIOS.

El que se moleste en leer mi artículo “Yo no he visto a Dios; pero creo que lo he sentido” publicado el día 7 de Marzo 2012 comprobará que, a veces, sin previo aviso y de un modo inexplicable, Jesucristo se manifiesta.

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