sábado, 1 de diciembre de 2012

LA FE ES IGUAL AL PODER DE DIOS


         Voy a transcribir unos cuantos hechos evangélicos en los que quedaran de manifiesto que el PODER de la FE es IGUAL al PODER DE DIOS.

         Oyendo un cortesano de Cana de Galilea que llegaba Jesús de Galilea, salió a su encuentro y le rogó que bajase y curase a su hijo que estaba para morir.
Jesús le dijo: Vete, tu hijo vive.
CREYÓ el hombre en la palabra que le dijo Jesús y se fue. (Jn.4)

         Entrando Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, suplicándole: Señor, mi siervo yace en cama paralítico atormentado.
Él le dijo Yo iré y le curaré
Señor yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Di sólo UNA PALABRA  y mi siervo será curado.
En verdad os digo que en nadie de Israel he HALLADO tanta FE (Mt.8)
        
         Un jefe de la sinagoga llamado Jairo cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que entrara en su casa porque tenía una hija única de unos doce años que estaba a punto de morir.

         Mientras las muchedumbres le ahogaban, una mujer que padecía  flujo de sangre desde hacia doce años, se acercó por detrás y toco la orla de su manto, y al instante cesó el flujo de sangre.

         Jesús dijo:¿Quién me ha tocado porque he conocido que una virtud ha salido de mí?
La mujer, al verse descubierta, temblando dijo que había sido ella y que al instante había quedado sana.
Jesús le dijo: Hija, TU FE TE HA CURADO.

         Aún estaba hablando, cuando llegó uno de la casa del jefe de la sinagoga diciendo: Tu hija ha muerto, no molestes ya al Maestro.
Pero Jesús que lo oyó respondió: No temas CREE tan sólo y será sana.
Se burlaban de Jesús sabiendo que estaba muerta. Él tomándola de la mano le dijo en alta voz: Talitha cumi que significa: Niña, levántate. y al instante se levantó.(Mt, 9)
        
         Entrando Jesús en casa, se le acercaron dos ciegos que LE venían suplicando que los curase y les dijo Jesús:
¿CREÉIS que yo puedo hacer esto?
Sí Señor, respondieron.
Tocó sus ojos diciendo: Hágase en vosotros según VUESTRA FE, Y se le abrieron sus ojos.(Mt.9)

         Una mujer gentil sirofenicia al enterarse que Jesús estaba en los confines de Tiro, entró en la casa y se postró a los pies de Jesús rogándole que echase el demonio de su hija.

         Jesús le dijo: Deja primero hartarse a los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los cachorrillos.
Sí, Señor; pero los cachorrillos, debajo de la mesa, comen las migajas de los hijos.
ÉL le dijo: ¡Oh mujer, GRANDE ES TU FE. Hágase contigo como TÚ QUIERES, y  desde aquella hora quedó curada su hija.(Mc.7)

         En todos estos milagros queda de manifiesto que el PODER DE LA FE es igual al PODER DE DIOS, porque nunca dijo Jesús: Mi poder o el de mi Padre te han curado, sino TU FE te ha CURADO.

         Un día los apóstoles dijeron: Señor acrecienta nuestra FE.

         Jesús les dijo: En verdad os digo que, si tuviereis FE y no dudareis y dijereis a este monte: “Quítate y échate en el mar”, se haría, y  todo cuanto con FE pidiereis en la oración lo recibiríais.(Mt.21)

         Lo triste de todo esto es que no sepamos o no queramos usar ese MISTERIOSO PODER porque en realidad no CREEMOS que Jesucristo EXISTE que es DIOS y que CONVIVE con nosotros día y noche.

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