Porque en nosotros viven DOS VIDAS paralelas, inseparables, distintas y, para muchos muy, DISTANTES.
El CUERPO es el protagonista porque lo mimamos dándole todos
sus caprichos y necesidades en detrimento del ESPÍRITU que al tener sus
necesidades se producen desequilibrios y enfrentamientos.
Ignoramos, o no queremos atender las exigencias del espíritu
porque exigen sacrificios ocultos y no dan protagonismo que es lo que priva.
Casi siempre el cuerpo es como nuestro ropaje que tapa todos
nuestros defectos y carencias EXTERNAS e INTERNAS.
¿Se puede ser feliz teniendo cubiertas todas las necesidades
corporales y estar angustiado, deprimido, inseguro temiendo siempre la muerte ineludible y sin más horizonte?
Hasta es comprensible y un tanto justificable que se quite
la propia vida el que se encuentre en una situación de máxima pobreza abandono
y desesperación porque se le han bloqueado esas DOS VIDAS.
Si
un multimillonario o famoso se suicida, será posiblemente porque la vida del
ESPÍRITU ha estado casi toda su vida en
VIA MUERTA.
También,
gracias a Dios, han existido, existen y existirán personas que por defender sus
principios religiosos han soportado y con alegría toda clase de torturas corporales
porque su VIDA ESPIRITUAL estaba llena de Dios.
Sin
necesidad de llegar al martirio, han
vivido y viven personas que han
soportado enfermedades y contratiempos con resignación y alegría porque han
sabido sobrevivir, casi exclusivamente por la VIA del ESPÍRITU.
Manuel
Lozano Garrido “LOLO”, amigo íntimo mío, que nació el 9 de Agosto de 1.920 en
Linares (Jaén) y comenzó desarrollar su
trabajo profesional como periodista en medio de comunicación religiosos, murió
el 3 de Noviembre de 1.971.
En
1.942 contrajo una grave enfermedad (espondilitis) que le deformó por completo
el cuerpo y le dejó inválido y durante 28 años sujeto a una silla de ruedas.
El
doctor Pulpillo decía que “Lolo sufría constantemente, su dolor era semejante
como aquel que tuviera clavado alfileres en todos los poros de la piel, rozarle
con la mano era un suplicio, también tenía dos cálculos renales enormes que
debían causarle grandes dolores. No obstante era un hombre ALEGRE y la
transmitía”
Aunque
los últimos diez años de su vida los pasó completamente ciego, dictó nueve
libros y miles de artículos.
A
un médico que estaba enfermo le sugirió: “El porvenir no es tuyo, ni de los
médicos, sino de Dios. A ti sólo te toca la hora por la que pasas. Vívela con
ilusión y fecundízala intensamente.
Cárgala de esperanza, siémbrala de amor”
Laín
Entralgo, después de haber leído una obra de Lolo, exclamó:
“En
la vida de Lolo no hay más que dos extremos: el suicidio o la santidad. Lolo
escogió la mejor parte, la heroicidad, estúpida aparentemente; pero verdadera
en un insuperable fondo”
Tico
Medina escribió: “En Manuel Lozano Garrido, Lolo, resplandece la verdad
extraordinaria, poderosa, irrepetible. Fue un cronista del amor. Muchas gracias
a Lolo, porque en mi vida hay dos partes, una anterior a Lolo y otra después de
Lolo”
LOLO
fue BEATIFICADO el 12 de Junio del 2.010.
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