sábado, 9 de febrero de 2013

¿Por que tenemos DOS PIERNAS, dos brazos, dos ojos etc.etc.


          Porque Dios quiere que se nos meta en la cabeza que tenemos ALMA y CUERPO y para que los sepamos usar siempre en cada momento, como usamos de los demás.

         Qué mal vivimos y soportamos cuando perdemos una pierna, un ojo etc,etc, y sin embargo, durante el día sólo nos ocupamos del cuerpo y sus necesidades y por eso, a veces, aún teniendo cubiertos y con creces, todo lo deseado, nos sentimos insatisfechos e infelices.

         Si supiéramos satisfacer las necesidades del Alma como las del Cuerpo y a ser posible al mismo tiempo, disfrutaríamos dos veces.

         Si al disfrutar  de un buen manjar, pensáramos en el amor que Dios ha derrochado en dárnoslo, sentiríamos gusto y agradecimiento.

Si tumbado al sol en una playa, refrescado por la suave brisa del mar y casi adormecido por el juego de las olas, pensáramos que es la mano amorosa de Dios la que nos  está ofreciendo esos momentos de tranquilidad y placer, nos sentiríamos doblemente felices por el disfrute corporal y el espiritual sabiendo que Dios ha estado allí  con nosotros.

 La “Contemplación para alcanzar AMOR” que decía San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales, es lo que nos podrá meter en un mundo maravilloso lleno de placer para los sentidos y de amor y agradecimiento al Creador.

 Placeres que nos purifican y nos elevan hacia arriba, que ya bastante  enfangados estamos aquí abajo.

Cuando alguien nos manifiesta con sinceridad su agradecimiento por un favor que le hemos hecho, nos sentimos felices, y el  favorecido, también se alegrará, al ver que su  reconocimiento, ha dado cierto placer. Es doblemente satisfactorio, cuando es recíproco.

Si esto sucede entre nosotros, egoístas y a veces desagradecidos. ¿Cuánto más cuando se trata de nuestro agradecimiento a Dios por las múltiples maravillas y favores continuos? 
Cuando nos encontremos angustiados por dentro y por fuera y unas tinieblas nos metan en un túnel sin salida,  si avivamos nuestra  fe y confiamos en que, tarde o temprano, Dios nos abrirá una salida, los nervios del cuerpo se tranquilizarán, porque el espíritu se sentirá seguro, sabiendo que la esperanza es lo único, que en esos momentos, puede atravesar el muro de la adversidad.

No hay comentarios: