sábado, 2 de marzo de 2013

¿DIOS se puede DORMIR?


         No es que se pueda, es que, a veces, sí que se duerme, Leamos:

         En aquel día, Jesús les dijo, llegada ya la tarde: pasemos al otro lado. Y despidiendo a la muchedumbre, le llevaron según estaba en la barca, acompañada de otras.

         Se levantó un fuerte vendaval y las olas se echaban sobre la barca, de suerte que ésta estaba para llenarse.

         ÉL estaba en la popa DURMIENDO sobre un cabezal. Le despertaron y le dijeron: “Señor, sálvanos que perecemos ( Domine, salva nos perimus).

         Y despertando mandó al viento y dijo al mar: Calla, enmudece. Y se aquietó el viento y se hizo completa calma.

         Les dijo: ¿Por qué sois tan tímidos? ¿Aún no tenéis fe?

         Y sobrecogidos de gran temor, se decían unos a otros:

         ¿Quién será éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”

         ¿Podríamos pensar que Jesucristo esté DORMIDO en la Barca de Pedro como el mismo Benedicto XVI lo pensaba dadas las TURBULENCIAS que la están azotando por dentro y por fuera y al sentirse impotente a calmarlas haya preferido retirarse para estar como un nuevo Moisés, día y noche en íntima unión con Jesucristo clamándole: “Domine, salva nos perimus” Señor, sálvanos de tantos pecados de dentro y fuera de tu Barca, porque estamos haciendo agua por los cuatro costados?

         Así, como a Moisés, para que el pueblo de Israel pudiera llegar a la tierra prometida, le tuvieron que sostener los brazos cansados en cruz SUPLICANDO a Dios le diera la victoria a su pueblo.

         Ahora nos ha tocado a todos los verdaderamente CATÓLICOS unirnos a las ORACIONES del Emérito Papa Benedicto XVI para que Jesucristo despierte, si es que está dormido y nos saque de las TURBULENCIAS en las que estamos metidos TODOS buenos y malos.

         Porque si ya Pablo VI creo que dijo que el humo de Satanás se estaba metiendo en la Iglesia, Ahora, creo que no es humo, es FUEGO el que nos quiere DESTRUIR, pero “Las puertas del infierno no PREVALECERÁN contra ella”.
                                     
         No olvidemos que la victoria no es del que siembra o riega, sino del que da el CRECIMIENTO.

         LA ORACIÓN LO PUEDE TODO cuando se tiene FE.

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