domingo, 23 de junio de 2013

¿Por qué no CONFIAMOS en DIOS?

               Algunos dirán: “Sí, fíate de Dios y no corras”

            Efectivamente, si te persigue un toro y no corres, te empitonará; pero si mientras huyes, REZAS con verdadera fe y confianza, seguro que no te cogerá. ¿Qué cuesta hacer esto?.

            En casos similares, sí que lo hacemos, por aquello de que “Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena"

            Pero no creo que a Santa Bárbara (en este caso a Dios) le agrade mucho que confiemos en ÉL, sólo en casos extremos, aunque algo es algo y menos es nada.

            Nuestra vida, por desgracia es una continua carrera de obstáculos que no todos  podremos saltar fácilmente y cuando en algunos, nos veamos en la necesidad de acometerlos sin saber cómo, habrá llegado el momento de exclamar: “Protégeme Dios mío que me refugio en TI” porque “Si el afligido invoca al Señor, ÉL lo escucha”; pero a su MODO y a su TIEMPO
.
           El gran pensador Tomás Moro, antes de su martirio a manos de Enrique VIII de Inglaterra dijo:

           "Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que ÉL quiera, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor" 

          ¿Cuántas veces, ante cualquier adversidad grande o pequeña, pensamos y decimos:  ¿Pero por qué me sucede esto a m?

             Convendría recordar que la Virgen y San José, cuando tuvieron que huir a Egipto, no se preguntaron si no hubiera sido más fácil que Dios eliminara a Herodes, o que su Hijo les hubiera informado previamente para evitarle tener que andar buscándole angustiados tres días.

            ¿Si Dios actuó así con sus seres más queridos. ¿Nos podremos quejar nosotros y no confiar plenamente en ÉL?

            Leamos lo que nos dice el Libro del Eclesiástico en el capítulo 2,ver,7.

            Los que teméis al Señor esperad en su misericordia y no os descarriéis, pues vendríais a caer.
            Los que teméis al Señor, confiad en ÉL y no quedaréis defraudados de vuestra recompensa.
            Los que teméis al Señor esperad la dicha, el gozo eterno y la misericordia.
            Considerad las generaciones antiguas y ved: ¿Quién confió en el Señor que fuese confundido?
            ¿O quién persevera en su temor y fue abandonado?
            ¿O quien LE invocó y se sintió defraudado?
            Porque piadoso y compasivo es el Señor, perdona los pecados y salva en el tiempo de la tribulación.

           El día que digamos y vivamos el “Yo  tengo mi CONFIANZA en el Señor que hizo el Cielo y la Tierra” gozaremos de cierta TRANQUILIDAD.

            Recordemos que Dios permitió que Satanás le arrebatara al Santo  Job todas sus tierras, familia y lo cubriera de llagas todo su cuerpo y cuando su mujer le decía que renegara de su Dios, respondía: “Dios me lo dio y Dios me lo quitó, bendito sea”

            Y el Santo Job  murió felizmente con más tierras, más familia y más años.      

No hay comentarios: