martes, 30 de julio de 2013

¿Quién puede ser más AMIGO de DIOS, un CÉLIBE o un CASADO?




         Partiendo de la base de que Dios no tiene Acepción de Personas. TODOS podemos ser amigos de Dios.

         Como el “Creced y Multiplicaos” fue un mandato de Dios, nos lo puso, al principio, muy fácil y apetitoso.

         La “Luna de Miel” y otros muchos ja, ja, en los que todo sale a pedir de boca nos pueden alejar de Dios y por lo tanto de su amistad.

         Pero como Dios lo que desea es nuestra amistad y no para su bien, que lo tiene todo, sino para el nuestro, permite, por ley de vida, que surjan  problemas económicos, los hijos, la convivencia familiar etc,etc.

         Se acaba el ja, ja, y empiezan los lamentos, las dificultades, las impotencias y entonces puede que empiece el periodo más SUBLIME de nuestra vida: BUSCAR, CONOCER y AMAR a Jesucristo y a su Madre que también es nuestra y conseguir así, llegar a ser AMIGOS de DIOS que es el único que nos puede AYUDAR en tan difíciles momentos.

         Los que hacen voto de Castidad para dedicarse exclusivamente al servicio de DIOS y no al de la FAMILIA, lo suelen pasar muy mal a los comienzos por las muchas renuncias, sacrificios, privaciones y largos años de formación eclesiástica.

Si durante ese periodo, en el que lo más importante es CONOCER y AMAR en profundidad a Jesucristo y llegar a ser verdadero AMIGO de DIOS, todo lo que después le venga, si sigue siendo un HOMBRE de DIOS  evitará contagiarse de los pecados que con el CURA de ALMAS tenga que perdonar.

Luego los dos ESTADOS u OPCIONES en la viña del Señor tienen las mismas facilidades y dificultades para TENER y PERMANECER en la AMISTAD con DIOS; aunque en distintos tiempos.

El Célibe tiene que conseguir la amistad con Dios al PRINCIPIO y sobre todo mantenerla SIEMPRE.

         El Casado si quiere ser un BUEN PADRE, antes tiene que haber sido y seguir siendo un BUEN HIJO DE DIOS. 
        

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