martes, 6 de agosto de 2013

¿Por qué Jesús dijo: HOY mismo estarás conmigo en el Paraíso y no cuando RESUCITE?



         Con esa promesa estaba demostrando que no era un Hombre Crucificado sino que era nada menos que DIOS.

         La DIVINIDAD no podría estar sepultada durante tres días como lo estaría la HUMANIDAD.

         Por eso al buen ladrón se lo llevó el MISMO días en que expiró.

         Cuando morimos, nuestro ESPÍRITU por ser algo DIVINO sube a la presencia de Dios aunque haya tenido que dejar aquí el CUERPO en espera de la resurrección al final de los tiempos

         Sabemos como ha sido nuestra vida CORPORAL; pero no cómo será la del ESPÍRITU.

         No obstante leamos lo que San Pablo escribió a los Corintios en su primera carta capítulo 2:

         “Escrito está: Ni el ojo VIO, ni el oído OYO, ni vino a la MENTE del hombre lo que Dios ha PREPARADO para los que le AMAN.”

         También escribió a los Corintios en su segunda carta capítulo 12: 

         “Si es menester gloriarse, aunque no conviene, vendré a las visiones y REVELACIONES del Señor.

         “Se de un hombre en Cristo que hace catorce años – si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, tampoco lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el TERCER CIELO;

 Y sé que este hombre – si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado al PARAÍSO y oyó palabras INEFABLES que el hombre no puede decir”

Sólo podremos barruntar que será algo  INIFINITAMENTE maravilloso porque VOLVEREMOS  al DIOS de quien un día SALIMOS.

         ¡¡A menuda CASA volveremos para HABITAR felizmente y por toda la ETERNIDAD!!



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