sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Por qué hay PECADOS que Dios no debería PERDONAR?



         Dios nos perdona todos los pecados por graves que hayan sido si realmente nos sentimos miserables, arrepentidos y tan CULPABLES  como el Buen Ladrón que le dijo a su compañero que MERECÍA estar en la cruz.

         Cuando Jesucristo desde la cruz dijo: “Padre. perdónalos  porque no saben lo que hacen” se estaba refiriendo a los soldados que eran unos mandados; pero no al Sanedrín, ni a Pilatos, que bien sabían la injusticia que estaban cometiendo.

         Creo que Dios no pudo PERDONAR a estos ni  y a otros muchos similares de todos los tiempos, que sabiendo muy bien la injusticia que hacen con los inocentes, jamás lo reconocen y lo justifican echándole la culpa a otros.  

         Muchos podrán dudar de la existencia del INFIERNO porque ¿Nos puede castigar Dios con algo tan horrible?.

Cuándo sabemos o vemos las atrocidades de ciertos personajes ¿No decimos; Si no hubiese infierno, habría que crearlo para ellos?

¿Acaso no CONDENO a Luzbel y sus secuaces al INFIERNO?

Nuestros Padres no fueron CONDENADOS ni nosotros con ellos; pero sí fueron y fuimos CATIGADOS a vivir, muchas veces, una perra vida y a tener que  hacer méritos para poder entrar en el PARAÍSO.

Cabe la posibilidad de que  no sean CONDENADOS los que en este mundo hayan cometido injusticias y toda clase de tropelías o hayan negado la existencia de Dios, LO hayan IGNORADO y hasta LO hayan ODIADO.

Pero  los podría y debería CASTIGAR haciéndoles sufrir VIENDO, como en una película de sesión continua, proyectada por Dios, toda su MALA VIDA y despertar en ellos el sentimiento de ridículo, estupidez y necedad con el que han actuado, ellos que se creían tan listos y poderosos hasta el extremo de que querrían  suicidarse sin poderlo hacer.

Cuando Dios nos juzgue poniendo en una balanza lo BUENO y lo MALO y lo BUENO pese más que lo MALO y nos PERDONE, habría que pedirle  TAMBIÉN que nos BORRE todo lo injusto, denigrante, vergonzoso, e inconfensable que hayamos cometido clamando como el salmista: (Sal. 50)     

Rocíame con hisopo y seré PURO.
Lávame, y seré más blanco que la NIEVE.
         Aparta tu faz de mis pecados
y BORRA todas mis iniquidades.

          

No hay comentarios: