domingo, 8 de diciembre de 2013

Soy un CARTUJO de andar por casa y un JESUITA extra muros


         Así me siento hoy, día de la Inmaculada, que cumplo 88 años
 
         A los 17 años le dije a Jesús en una visita al Santísimo, que si mi hermana mayor salía bien de  una difícil operación, “LE seguiría, si me LLAMABA”

         Mi hermana se salvó y yo me OLVIDÉ por completo de la promesa, que sólo recordé el día que murió tal hermana y yo estaba casado y con tres hijas; pero Jesús me cogió la palabra y al  no OLVIDAR  tal promesa empezó su obra callada y eficaz.

Por aquel tiempo, cayó  en mis manos el famoso Kempis o Imitación de Cristo con cuyas lecturas empecé a sentir una transformación interior tan desconocida,  que al entrar en un Banco para ingresar el dinero de la oficina en la que trabajaba desde los 14 años, SENTÍ que el dinero ni me atraía y casi lo despreciaba. Jamás he vuelto a sentir lo mismo.

         En aquellos momentos de intensa espiritualidad en los que la  razón de mi vida era Jesucristo, supe que el que había  sido Párroco de mi pueblo y era el actual Consiliario  Nacional de Acción Católica, había ingresado en una Cartuja.

         Aquello me impactó de tal forma que pasó por mi cabeza hacer lo mismo; pero al saber que la edad para ingresar en la Cartuja era superior a mis 18 años y yo deseba consagrarme a Dios lo antes posible, deseché la idea.

         Al leer, en ciertas revistas: “Valientes” o “Dios lo quiere”, la labor  que realizaban los jesuitas en las misiones, sentí el deseo de imitarles y al preguntarle a un amigo cómo eran los jesuitas, con quienes había estudiado, me dijo que yo tenía vocación  por las preguntas que le hacía, aunque seguía enamorado platónicamente de una chica y trabajando en la oficina con un magnífico futuro laboral.

Después de una lucha interior y al poder más el deseo y la ilusión de consagrarme a Dios, tuve el atrevimiento de enviarle una carta al Padre  Maestro de Novicios de la Compañía de Jesús en el Puerto de Santa María.

Desconozco por completo los términos de la carta; pero debieron ser tan convincentes que sin entrevistarme ni más nada, me respondió admitiéndome. Luego supe que mi Párroco y el Director de la Escuela Publica en donde estudié, le informaron.

         Viví los 14 años más sacrificados y felices de de mi vida y abandoné la Compañía de Jesús por los motivos que cuento en mi artículo publicado el 7 de Marzo 2012 “Yo no he visto a Dios; pero creo que lo he sentido”

Ahora a mis 88 años, casado con una mujer excepcional,  tres maravillosas hijas con sus tres títulos universitarios, trabajando  y una encantadora nieta, me siento un hombre my feliz, afortunado y un:

                     “CARTUJO de andar por casa”

         Los cartujos emplean gran parte del día en lecturas espirituales y sobre todo en estar en CONTACTO con Jesucristo.

Yo intento estar el mayor tiempo posible pensando y CREYENDO que Jesucristo está a mi lado.

         Cuando iba de caza, pesca o hacia senderismo, como, casi siempre iba  sólo, me gustaba pensar que Jesús estaba conmigo y cuando ahora voy buscando la pelotita del golf me alegra tener esos pensamientos.

         Nunca estoy ocioso ni aburrido y cuando no tengo ninguna ocupación, cierro los ojos y me imagino que Jesucristo ESTÁ a mi lado y si algo me angustia o preocupa me abrazo a ÉL y todo lo dejos en sus manos confiadamente.

El momento más importante del día, para mí, es cuando en la Santa Misa, recibo a Jesucristo PERSONALMENTE  en la Eucaristía.

Mi máximo deseo es llegar a poder decir como San Pablo. “Vivo yo, ya no soy yo es CRISTO quien vive en mi”

         Los cartujos se levantan a media noche para cantar Maitines.

 Yo, que padezco cierto insomnio, me levanto y sentado en un sillón junto a la cama, paso horas en CONTACTO íntimo con Jesucristo, la Virgen y rezo el rosario.

         Ellos  hacen casi una sola comida fuerte al día.

 Yo, que apenas tengo apetito, no disfruto mucho con la comida.

         Dicen que ellos tienen la MUERTE muy presente.

          Es posible que el hecho de que de los doce hermanos, sólo quede yo, haya influido que desde joven, al creer que moriría joven, como mis seis hermanos, y que uno de ellos muriera en Madrid en el Hospital del Niño Jesús con dos años, el mismo día de la Inmaculada en que nací yo en Linares,  no sólo no TEMA la muerte, sino que muchas veces he deseado: como decía  San Pablo: “Deseo morir para estar con Cristo”; (Cupio dissolvi et esse cum Cristo” pero parece ser que Jesús prefiere seguir a mi lado AQUÍ, que tenerme ya junto a ÉL, en el CIELO.

Mi padre que murió cuando yo tenía  nueve meses dijo que yo sería el más feliz y salió profeta, porque realmente, siempre me he sentido muy feliz y he comprobado la MANO DE DIOS en lo bueno y en lo malo a pesar de que he tenido que tomar difíciles y complicadas decisiones.

Creo que si Dios nunca me ha dejado de su mano y me sigue mimando es por los méritos de mi madre que al quedarse viuda y tener que sacarnos adelante con mucho sacrificio y trabajo,  aceptando con cristiana resignación el hecho de que la muerte fuera como una más de la familia y se fuera llevando uno tras otros a mis hermanos.

Y cuando le dije que la tendría que abandonar para SEGUIR a Jesucristo ingresando en la Compañía de Jesús me dijo:

“Si Dios se ha llevado ya a tus hermanos y ahora TE QUIERE  como misionero. SÍGUELE”


  Por eso, también me siento hoy como un  “JESUITA extra muros”

 Porque si yo ingresé en la Compañía de Jesús con la ilusión y deseo de ser misionero de infieles y entonces no lo pude ser, ahora creo que lo estoy siendo.

         Un misionero tiene que predicar en muchos y diversos países, como si lo hiciera en el desierto y muchos mueren sin haber recogido lo que sembraron

         En cinco años he publicado 702 artículos en mi blog “Miscelanea Religiosa” que son como botellas que lanzo al mar de Internet, ignorando quién la pueda recoger y leer.

         Blogger  me informa diariamente de la cantidad de lectores, países, artículos leídos y comentarios que me hacen.

         Me satisface comprobar que ya me han visitado  62.215  lectores, principalmente españoles, americanos del sur y del norte, italianos, alemanes, rusos, ingleses, chinos, canadienses, japoneses. El Vaticano me leyó en un día los siguientes artículos: "Ni Dios es feliz" "Por qué se pierde la fe" "Cómo será la Reusurreión" y otro más que no recuerdo. 

         Tengo publicada en Bubok una novela “La Última Oportunidad” en donde cuento la vida de un jesuita y un cartujo que ya han leído l.435 internautas.
  
Creo que Dios está cumpliendo, en el atardecer de mi vida, todas las ilusiones juveniles, escribiendo DERECHO con renglones muy torcidos

          

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