A Quien se lo ocurriera pensar, creer y decir tal barbaridad sería porque desconoce por completo los evangelios y por lo tanto la veracidad de los mismos ya que si lo que cuentan los evangelistas se lo hubieran inventado no deberían haber escrito que Jesucristo, llamándose a si mismo que era Dios se dejara crucificar
Y que sus discípulos lo dejaran solo ante el peligro, que Pedro LO negara tres veces y otros tantos episodios en los´que Jesús y ellos mismos no salen bien parados.
En la primera parte de la celebración de la Misa, nos DICE Dios mediante las Sagradas Escrituras lo que deberíamos hacer para SALVARNOS
Si Dios nos ha trazado con su PALABRA el camino correcto, en el momento de la Consagración, Esa PALABRA hecha carne se convierte en nuestro ALIMENTO porque bien claro dijo en la Noche del Jueves Santos.
Tomad y COMED que esto es mi CUERPO que será entregado por vosotros.
Tomad y BEBED que esta es mi SANGRE que será derramada por vosotros para la remisión de los pecados.
Y haced esto en MEMORIA MÍA.
El haced esto en MEMORIA MÍA, puede que alguien mal informado, piense y crea que la Consagración AHORA sólo sea UN RECUERDO y no la PRESENCIA REAL de Jesucristo
Leamos lo que San Juan cuenta (Cap.6 ver 35) mucho antes del Jueves Santo:
"En verdad os digo que vosotros me buscáis no porque habéis visto los milagros, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado, procuraos no el alimento perecedero, sino el alimento que permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da, porque Dios Padre le ha sellado con su sello.
Dijénrole, pues: ¿Que haremos para hacer obras de Dios?
Respondió Jesús y les dijo: La obra de Dios es que creáis en aquel que EL ha enviado.
Ellos le dijeron: Pues tú ¿qué señales haces para que veamos y creamos? ¿Qué haces?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Les dió a comer pan del cielo
Díjole, pues Jesús: En verdad os digo: Moisés no os dió pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que bajó del cielo y da la vida al mundo.
Dijéronle, pues ellos: Señor, danos siempre ese pan.
Les contestó Jesús:Yo soy el pan de vida, al que viene a mí ya no tendrá más hambre y el que cree en mí jamás tendrá sed.
Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que ve al Hijo y cree en ÉL tenga la vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Murmuraban de ÉL los judíos porque había dicho: Yo soy el pan que bajó del cielo y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Pues cómo dice ahora: Yo he bajado del cielo?
Yo soy el pan de vida, vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo para que el que coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si alguno come de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo le DARÉ , es mi carne, vida del mundo.
Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
Jesús les dijo: En verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros, porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera vida.
El que COME mi CARNE y BEBE mi SANGRE está en mí y yo en él."
Todo esto y algo más lo dijo tan categóricamente Jesús en una sinagoga de Cafarnaúm.
Si Jesucristo mucho antes del Jueves Santo dijo: "El pan que yo le DARÉ es mi CARNE vida del mundo" aquí lo prometía en futuro ya que la Eucaristía se instituyó en la Cena del Jueves Santo.
Y la primera Misa la celebró Jesucristo ya resucitado, cuando caminando con los discípulos de Emaús, les explicó las ESCRITURAS (Es lo que se hace en la primera parte de nuestra Misa)) y al partir el PAN, LO reconocieron (En nuestra consagración se HACE PRESENTE Jesucristo y si comulgamos ESTÁ en nosotros)
Luego AHORA cuando comulgamos RECIBIMOS al mismo DIOS, algo tan difícil de comprender pero tan real como el hecho de que en la unión de un Óvulo y un Espermatozoide NAZCA un nuevo SER perfectamente formado.
Hoy, yo me atrevería a decir que tengo la CERTEZA de que Jesús está en la Eucaristía día y noche porque para eso es Dios y porque "En Dios SOMOS, VIVIMOS y nos MOVEMOS"
Y porque Dios está con nosotros en ESENCIA, (Dios es AMOR)
.En PRESENCIA (Es la VIDA)
En POTENCIA (como único CREADOR)
Y porque yo, cuando tenía 17 años, al volver a mi casa un domingo de invierno habiendo comulgado y distraído pensando en mis cosas, de pronto y como un chispazo SENTÍ que Jesucristo ESTABA en mí.
Recuerdo la calle y el sitio exacto como si me hubiera sucedido ayer.
Y otro domingo al salir de un partido de fútbol y entrando con prisa porque me esperaban amigos y arrodillado en el último banco de la Ermita de la Virgen de mi pueblo para hacer la visita al Santísimo que estaba en Exposición Menor, SENTÍ que allí estaba PRESENTE Jesucristo. ¿Cómo fue no lo sé?
Lo que sí sé es que JAMÁS en mis muchas horas de adoración del Santísimo y haber comulgado LO he sentido IGUAL.
Y que sus discípulos lo dejaran solo ante el peligro, que Pedro LO negara tres veces y otros tantos episodios en los´que Jesús y ellos mismos no salen bien parados.
En la primera parte de la celebración de la Misa, nos DICE Dios mediante las Sagradas Escrituras lo que deberíamos hacer para SALVARNOS
Si Dios nos ha trazado con su PALABRA el camino correcto, en el momento de la Consagración, Esa PALABRA hecha carne se convierte en nuestro ALIMENTO porque bien claro dijo en la Noche del Jueves Santos.
Tomad y COMED que esto es mi CUERPO que será entregado por vosotros.
Tomad y BEBED que esta es mi SANGRE que será derramada por vosotros para la remisión de los pecados.
Y haced esto en MEMORIA MÍA.
El haced esto en MEMORIA MÍA, puede que alguien mal informado, piense y crea que la Consagración AHORA sólo sea UN RECUERDO y no la PRESENCIA REAL de Jesucristo
Leamos lo que San Juan cuenta (Cap.6 ver 35) mucho antes del Jueves Santo:
"En verdad os digo que vosotros me buscáis no porque habéis visto los milagros, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado, procuraos no el alimento perecedero, sino el alimento que permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da, porque Dios Padre le ha sellado con su sello.
Dijénrole, pues: ¿Que haremos para hacer obras de Dios?
Respondió Jesús y les dijo: La obra de Dios es que creáis en aquel que EL ha enviado.
Ellos le dijeron: Pues tú ¿qué señales haces para que veamos y creamos? ¿Qué haces?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Les dió a comer pan del cielo
Díjole, pues Jesús: En verdad os digo: Moisés no os dió pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que bajó del cielo y da la vida al mundo.
Dijéronle, pues ellos: Señor, danos siempre ese pan.
Les contestó Jesús:Yo soy el pan de vida, al que viene a mí ya no tendrá más hambre y el que cree en mí jamás tendrá sed.
Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que ve al Hijo y cree en ÉL tenga la vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Murmuraban de ÉL los judíos porque había dicho: Yo soy el pan que bajó del cielo y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Pues cómo dice ahora: Yo he bajado del cielo?
Yo soy el pan de vida, vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo para que el que coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si alguno come de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo le DARÉ , es mi carne, vida del mundo.
Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
Jesús les dijo: En verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros, porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera vida.
El que COME mi CARNE y BEBE mi SANGRE está en mí y yo en él."
Todo esto y algo más lo dijo tan categóricamente Jesús en una sinagoga de Cafarnaúm.
Si Jesucristo mucho antes del Jueves Santo dijo: "El pan que yo le DARÉ es mi CARNE vida del mundo" aquí lo prometía en futuro ya que la Eucaristía se instituyó en la Cena del Jueves Santo.
Y la primera Misa la celebró Jesucristo ya resucitado, cuando caminando con los discípulos de Emaús, les explicó las ESCRITURAS (Es lo que se hace en la primera parte de nuestra Misa)) y al partir el PAN, LO reconocieron (En nuestra consagración se HACE PRESENTE Jesucristo y si comulgamos ESTÁ en nosotros)
Luego AHORA cuando comulgamos RECIBIMOS al mismo DIOS, algo tan difícil de comprender pero tan real como el hecho de que en la unión de un Óvulo y un Espermatozoide NAZCA un nuevo SER perfectamente formado.
Hoy, yo me atrevería a decir que tengo la CERTEZA de que Jesús está en la Eucaristía día y noche porque para eso es Dios y porque "En Dios SOMOS, VIVIMOS y nos MOVEMOS"
Y porque Dios está con nosotros en ESENCIA, (Dios es AMOR)
.En PRESENCIA (Es la VIDA)
En POTENCIA (como único CREADOR)
Y porque yo, cuando tenía 17 años, al volver a mi casa un domingo de invierno habiendo comulgado y distraído pensando en mis cosas, de pronto y como un chispazo SENTÍ que Jesucristo ESTABA en mí.
Recuerdo la calle y el sitio exacto como si me hubiera sucedido ayer.
Y otro domingo al salir de un partido de fútbol y entrando con prisa porque me esperaban amigos y arrodillado en el último banco de la Ermita de la Virgen de mi pueblo para hacer la visita al Santísimo que estaba en Exposición Menor, SENTÍ que allí estaba PRESENTE Jesucristo. ¿Cómo fue no lo sé?
Lo que sí sé es que JAMÁS en mis muchas horas de adoración del Santísimo y haber comulgado LO he sentido IGUAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario