sábado, 14 de febrero de 2015

¿Acaso cuesta DINERO CREER Y ESPERAR EN DIOS?

          Gran parte de nuestra vida no la tiramos CREYENDO y ESPERANDO  algo bueno o TEMIENDO lo contrario.

         Compramos con nuestro dinero la ilusión por unos días o momentos creyendo y esperando que nos toque algún premio, confiándolo todo a la SUERTE, como si fuera Dios,

         CREER que Dios existe, que  lo puede todo y que al ser nuestro PADRE nos dará siempre el “PAN nuestro de cada día”, y cuando sea para nuestro bien, nos dará lo que más nos CONVENGA ¿Qué CUESTA?.

 NADA, si tenemos FE, pero MUCHO porque aunque la FE es un don gratuito de Dios, no somos merecedores de recibirlo.

         Hagamos un breve recorrido por la Sagrada Escritura y veremos cómo muchos consiguieron lo que más ansiaban con sólo CREER y ESPERAR en Jesucristo.

         Jesucristo dijo:“No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir.
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad cómo las aves del cielo no siembra ni siegan, ni encierra en graneros y vuestro Padre celestial las alimenta? ¿No valéis vosotros más que ellas?
¿Quién de vosotros con sus preocupaciones puede añadir a su estatura un solo codo?
Y del vestido ¿Por qué os preocupáis? Aprended de los lirios del campo, cómo no crecen, no se fatigan ni hilan. Pues os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana es arrojada al fuego, Dios así la viste,

¿No hará mucho más con vosotros, HOMBRES DE POCA FE?

“Mientras Jesús les hablaba, llegó uno de los jefes de la sinagoga, Jairo de nombre y acercándose se postró ante ÉL diciendo: Mi hijita está en las últimas; ven e impónle las manos para que se salve y viva.
Levantándose Jesús, le siguió con sus discípulos

Entonces una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó la orla del vestido, diciendo para sí misma: Con sólo que toque su vestido seré sana.
Jesús se volvió, y, viéndola, dijo: Hija, ten confianza TU FE te ha sanado. Y quedó sana la mujer desde aquel momento..

Aun estaba hablando Jesús, cuando llegaron de la casa del jefe de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto. ¿Por qué molestar ya al Maestro?
Oyéndolo Jesús le dijo al jefe de la sinagoga: No temas. TEN SÓLO FE.
Cuando llegó Jesús a la casa del jefe, al ver a los flautistas y a la turba de plañideras. Dijo: Retiraos, que la niña no está muerta; duerme. Y se reían de ÉL.
Una vez que la muchedumbre fue echada fuera, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los que iban con ÉL, y entró donde estaba la niña y tomándola de la mano, le dijo: “Talitha, qumi” que quiere decir: Niña, a ti te lo digo, levántate. Y al instante se LEVANTÓ y la niña echó a andar, pues temía doce años, quedando ellos fuera de sí, presos de gran estupor”

¿Qué nos costaría CREER y ESPERAR

Si ALEJARSE de Dios es PERECER
Si DIRIGIRSE  a ÉL es LEVANTARSE
Si PERMANECER en ÉL es estar SEGUROS
Si VOLVERSE a ÉL es RENACER
Y HABITAR en ÉL es VIVIR

Como nos aconsejó San Agustín?

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