Porque al comer Adán y Eva la fruta prohibida cometieron la DESOBEDIENCIA más
funesta
¿Podríamos pensar que Dios fue demasiado duro al castigarnos
por el mero hecho de haberse comido una fruta prohibida?
También deberíamos admitir que nuestros primero padres,
además de caprichosos, desagradecidos y ambiciosos, creyendo a Satanás que
comiendo de la fruta prohibida serían como Dios, cometieron el PECADO más
VOLUNTARIO, más CONSCIENTE y el que más HIRIÓ el corazón paternal de Dios
porque lo DESPRECIARON.
En este mundo nadie se libra de tener que obedecer a sus Jefes,
Señores. Gobierno etc. y estos a otros más superiores, hasta llegar a Dios.
Luego todos vivimos
en Libertad Condicionada.
Cualquier padre perdona fácilmente al hijo que le hace una trastada, pero que a sabiendas y a
conciencia le desobedezca, le duele mucho, porque sería una falta de respeto y
AMOR.
A
todos nos cuesta TRABAJAR; pero cuando alguien
interrumpe lo que se están haciendo con gusto, ordenando o pidiendo algo
distinto, o no se hace, o se hace de mala gana y hasta protestando. Y es que ¡¡La obediencia
es la obediencia!!
Un
súbdito, un empleado, un criado, un hijo, aunque no esté muy dotado pero muy obediente, puede que sea más querido y
más útil que el que esté muy dotado;
pero rebelde.
La
familia que quiera estar siempre unida y
en armonía, los hijos deberán obedecer a los padres.
La esposa deberá obedecer, en algunos casos,
al marido y en la mayoría de los casos
íntimos, familiares y domésticos, el hombre tendrá que obedecer a la mujer si
quiere estabilidad y concordia.
Por
desgracia, muchos de nuestros males, son
porque OBEDECEMOS antes a los HOMBRES que a DIOS
.
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