Porque Jesucristo quiso y sobre todo quiere seguir CLAVADO
en
cada uno de nosotros para que nos mantengamos siempre en VERTICAL erguidos, en pie y mirando siempre hacia
ARRIBA
Y
en un madero HORIZONTAL para que nos abracemos y nos ayudemos todos como
hermanos, amándonos y perdonándonos como lo hizo Jesucristo.
A Jesucristo le hubiera gustado comunicarnos que ya
estábamos redimidos mediante una conversación íntima y cariñosa, como la tuvo
con la Samaritana
y Nicodemo.
Pero como no queremos saber lo que hizo y dijo para nuestra
salvación y por lo tanto, ni LO conocemos ni LE AMAMOS ni nos puede AMAR, no
tuvo más remedio que DECIRLO a lo vivo, dejándose clavar en la Cruz para derramar su sangre
y ver si con aquello de que “La Letra con la entra” nos
enteramos.
Por eso permite y desea que los clavos que atravesaron sus
manos, penetren y su sangre llegue a nuestras manos manchada de pecados y también ensangrentadas por las muchas adversidades y
sufrimientos de esta vida.
Cuando la
SANGRE de Cristo corra por el maltrecho madero de nuestro
cuerpo, y vengan a nuestra memoria
algunos de los siguientes consejos, nos ayudarán a CONVERTIRNOS, cambiando de
vida y nos pondremos en manos de
Jesucristo que nos ama..
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
El
que me siga no andará en tinieblas y yo lo resucitaré en el último día,
Sin mí no podéis hacer nada.
El
que quiera ser discípulo mío, que cargue con su cruz y me siga, porque mi yugo
es suave y mi carga ligera.
Venid
a mí todos los que andéis con trabajos y cargas y yo os aliviaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario