lunes, 18 de mayo de 2015

EL PODER DE LAS PALABRAS Y EL DE LOS HECHOS

               
           Existen otros muchos poderes, que como vamos a ver, casi siempre están enfrentados y cuando se dan la mano, se consigue lo mejor para muchos, por aquello de que en la Unión está la fuerza.

         Existe el poder de Dios y el de los Hombres.
         El Gobierno y el Pueblo
         Lo Público y lo Privado
         El Hombre y la Mujer
Los Padre y los Hijos.
Capital y trabajo. Etc.etc.

Las Palabras de Dios serían las únicas que deberían tener PODER, sin necesidad de HECHOS para que las  creyéramos y obráramos en consecuencia; pero Dios con todo cuanto ha creado y Jesucristo como Dios y como hombre ha hecho por nosotros, son HECHOS más que suficientes para que vivamos como Dios manda
.
Dado los tiempos electorales, en donde parece que solo existe el poder de las PALABRAS que casi siempre son pura demagogia con sus medias  verdades y sus  muchas mentiras, aplicando aquello de que “miente que algo queda” sería necesario que antes de votar se analizaran las PALABRAS pronunciadas, a veces por piquitos de oro; pero sin  HECHOS reales o venideros y utópicos.

Nos quejamos y con muchísima razón, de la corrupción reinante y no nos avergonzamos de que en el Parlamento, en el que todos odeberían ser Señorías, a quienes les pagamos un sueldo, algunos intervengan sólo con demagogia sin aportar ningún hecho positivo y encima no aceptan los HECHOS positivos y evidentes del contrario.

Bien es verdad ( y aquí esta la media verdad de la demagogia) que el Gobierno quisiera rodearse de .los mejores y que por desgracia algunos les ha fallado; pero existe un HECHO contundente que si hereda un barco que hace agua por todas partes y lo saca a flote con una tripulación, a veces no tan buena, ¿ACASO NO SERÁ DE FIAR en un futuro?

¿No deberían darse la mano estos dos poderes enfrentados para buscar un BIEN COMÚN y olvidarse de partidos y partidas y gobernara el que mejor lo hubiera hecho?  Todos saldríamos ganando.

Pero esto es tan difícil como el que Dios nos quiera dar su mano para  nuestro bien y nosotros tan estúpidos y soberbios no se la estrechamos.

¿Por que EL MAL nunca se rinde ante EL BIEN?

Porque el malo no se cree tal o no lo interesa creérselo.

El que no crea en Dios o el pecador que no quiera estrechar la mano  de Dios que es el ÚNICO BIEN; y que no puede obligarlos a que saquen las manos de sus bolsillos,¡Allá ellos si se lo pierden!

El pobre, el enfermo, el despreciado por ser buena persona y creyente, si estrecha la mano de Dios, será el más RICO y FELIZ

Esto no son PALABRAS, sino los HECHOS incuestionables que nos demuestran la historia UNIVERSAL, y la INDIVIDUAL de todos los tiempos.

HECHOS son VALORES  y  NO APARENTES BUENAS SOLUCIONES





No hay comentarios: