lunes, 13 de julio de 2015

¿PARA QUÉ PEDIR A DIOS LO QUE SABE QUE NECESITAMOS


         Jesucristo dijo: Si alguno de vosotros tuviere un amigo y viniere a él a media noche y le dijera: Amigo, préstame tres panes, pues un amigo mío ha llegado de viaje y no tengo qué darle. Y él, respondiendo de dentro, le dijese:

         La puerta está ya cerrada y mis niños están ya conmigo en la cama; no puedo levantarme para dártelos.

         Yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su  desvergüenza se levantará y le dará cuanto necesite.

         Os digo pues: Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá, porque quien pide recibe, y quien busca halla y al que llama se le abre.

         ¿Qué padre entre vosotros, si el hijo le pide un pan, le dará, en vez de un pez, le dará una piedra?

         Pues si vosotros, pues siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos. ¿Cuánto más vuestro Padre Celestial dará el ESPÍRITU SANTO a los que se lo piden?

Aunque aquí está las respuesta más contundente del por qué tenemos que pedirle a Dios lo que sabe que necesitamos, también deberíamos saber que lo que  desea darnos Dios no son las cosas materiales de las cuales ya nos preocupamos y, a veces demasiado, sino las ESPIRITUALES.

Bien claro termina Jesucristo diciendo: Vuestro Padre Celestial os dará el elESPÍRITU SANTO al que se lo pida

Ese Espíritu Santo es el AMOR DE DIOS personificado en el Espíritu Santo que es la Persona más invisible e ignorada de la Santísima Trinidad

 Pero para poder recibir ese amor de Dios, nos tenemos que poner en contacto, el mayor tiempo posible, puesto que Él siempre nos está esperando.

Como, por desgracia, sólo nos ponemos al habla con Dios cuando necesitamos algo material, por aquello de sólo nos acordamos de “Santa Bárbara cuando truena” es por lo que tendremos que PEDIR para conectar con Dios.

         Aunque en este mundo, sólo nos sentimos plenamente felices cuando lo tenemos todo. Dios disfruta cuando nos da, no las cosas materiales que las tenemos al alcance, sino algo muy suyo y muy íntimo como es el AMOR; siempre que le AMEMOS SOBRE TODAS LAS COSAS. 

        Siempre tiene que darse un AMOR RECÍPROCO.

¡Ojala supiéramos decir: “Señor quiero estar en tu presencia sin pedirte nada y nos saliera del fondo de nuestro corazón  los versos del poeta anónimo del XVI

Muéveme, en fin, tu amor, y de tal manera
que  aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

No hay comentarios: